Y dijo Dios: «¡Que rebosen de seres vivientes las aguas, y que vuelen las aves sobre la tierra a lo largo del firmamento!»
Levítico 11:42 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 No comeréis ningún animal que se arrastre sobre su vientre, o que se apoye sobre sus plantas, o que tenga más de cuatro patas. En resumen, no comeréis ningún animal que se arrastra, porque es inmundo; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o más patas, de todo animal que se arrastra sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto incluye todos los animales que se deslizan sobre el vientre, como también los de cuatro patas y los de muchas patas. Todos esos animales que corren por el suelo son detestables, y nunca deberás comerlos. Biblia Católica (Latinoamericana) No comerán aquellos que caminan sobre su vientre o que se arrastran por el suelo sobre cuatro patas o sobre muchas patas; ustedes los tendrán por inmundos. La Biblia Textual 3a Edicion De todo reptil que se arrastra sobre la tierra: cualquiera que se mueva sobre su vientre, y cualquiera que ande en cuatro patas, o cualquiera que tenga muchos pies, no comeréis, porque son abominación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No comeréis ningún animal de los que se arrastran sobre el vientre o caminan sobre cuatro o más patas, a la manera del reptil que se arrastra sobre la tierra, pues es una abominación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o más patas, de todo animal que se arrastra sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación. |
Y dijo Dios: «¡Que rebosen de seres vivientes las aguas, y que vuelen las aves sobre la tierra a lo largo del firmamento!»
El lobo y el cordero pacerán juntos; el león comerá paja como el buey, y la serpiente se alimentará de polvo. En todo mi monte santo no habrá quien haga daño ni destruya», dice el Señor.
»Vosotros no comeréis ninguno de los animales que se arrastran, porque son inmundos.
es decir, no os contaminéis por causa de su inmundicia, pues son animales inmundos.
Lamerán el polvo como serpientes, como los reptiles de la tierra. Saldrán temblando de sus escondrijos y, temerosos ante tu presencia, se volverán a ti, Señor y Dios nuestro.
»¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Dais la décima parte de vuestras especias: la menta, el anís y el comino. Pero habéis descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debíais haber practicado esto sin descuidar aquello.
Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les advirtió: «¡Camada de víboras! ¿Quién os dijo que podríais escapar del castigo que se acerca?
Vosotros sois de vuestro padre, el diablo, cuyos deseos queréis cumplir. Desde el principio este ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!
Tales individuos son falsos apóstoles, obreros estafadores, que se disfrazan de apóstoles de Cristo.
Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros pensamientos sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.
Fue precisamente uno de sus propios profetas el que dijo: «Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones perezosos».