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Lamentaciones 1:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Humillada, cargada de cadenas, Judá marchó al exilio. Una más entre las naciones, no encuentra reposo. Todos sus perseguidores la acosan, la ponen en aprietos.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; Ella habitó entre las naciones, y no halló descanso; Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Judá fue llevada al cautiverio, oprimida por la cruel esclavitud. Vive entre naciones extranjeras y no tiene lugar donde descansar. Sus enemigos la persiguieron y la alcanzaron y ya no tiene a quien recurrir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El pueblo de Judá ha sido desterrado; sufre atropellos y dura servidumbre. Vive en medio de pueblos extranjeros y no encuentra descanso; sus enemigos lo persiguieron y le dieron alcance.

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La Biblia Textual 3a Edicion

g Judá ha marchado al cautiverio° con gran aflicción y dura servidumbre, Entre los gentiles habita sin hallar reposo; Entre las angustias sus perseguidores le han dado alcance.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Guímel. Desterrada está Judá, en aflicción y dura servidumbre; dispersa entre las naciones, no encuentra reposo. Le dieron alcance sus perseguidores, la cercaron de angustias.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Judá ha ido en cautiverio, a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; ella moró entre las naciones, y no halló descanso; todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras.

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Lòt tradiksyon



Lamentaciones 1:3
22 Referans Kwoze  

Nabuzaradán además deportó a la gente que quedaba en la ciudad, es decir, al resto de la muchedumbre y a los que se habían aliado con el rey de Babilonia.


Allí, en el territorio de Jamat, el rey los hizo ejecutar. Así Judá fue desterrado y llevado cautivo.


se abrió una brecha en el muro de la ciudad, de modo que, aunque los babilonios la tenían cercada, todo el ejército se escapó de noche por la puerta que estaba entre los dos muros, junto al jardín real. Huyeron camino al Arabá,


pero el ejército babilonio persiguió a Sedequías hasta alcanzarlo en la llanura de Jericó. Sus soldados se dispersaron, abandonándolo,


Las ciudades del Néguev están cerradas, y no hay quien abra sus puertas. Todo Judá se ha ido al destierro, exiliado en su totalidad.


»Voy a enviar a muchos pescadores —afirma el Señor—, y ellos los pescarán. Después, enviaré a muchos cazadores, y ellos los cazarán por todas las montañas y colinas, y por las grietas de las rocas.


Los convertiré en motivo de espanto y de calamidad, para todos los reinos de la tierra. En todos los lugares por donde yo los disperse, serán objeto de escarnio, desprecio, burla y maldición.


Finalmente Nabuzaradán, el comandante de la guardia, llevó cautivos a Babilonia tanto al resto de la población como a los desertores, es decir, a todos los que quedaban.


Nabuzaradán además deportó a la gente que quedaba en la ciudad, es decir, al resto de los artesanos y a los que se habían aliado con el rey de Babilonia.


pero el ejército babilonio persiguió al rey Sedequías hasta alcanzarlo en la llanura de Jericó. Sus soldados se dispersaron, abandonándolo,


Las puertas se han desplomado; él rompió por completo sus cerrojos. Su rey y sus príncipes andan entre las naciones; ya no hay ley ni profetas, ni visiones de parte del Señor.


«¡Largo de aquí, impuros!», les grita la gente. «¡Fuera! ¡Fuera! ¡No nos toquéis!» Entre las naciones paganas dicen de ellos: «Son unos vagabundos, que andan huyendo. No pueden quedarse aquí más tiempo».


Los que nos persiguen nos pisan los talones; estamos fatigados y no hallamos descanso.


Una tercera parte de tu pueblo morirá en tus calles por la peste y por el hambre; otra tercera parte caerá a filo de espada en tus alrededores, y a la tercera parte restante la dispersaré por los cuatro vientos. Yo desenvainaré la espada y perseguiré a la gente.


Por eso sufrirás hambre y sed, desnudez y pobreza extrema, y serás esclavo de los enemigos que el Señor enviará contra ti. Ellos te pondrán un yugo de hierro sobre el cuello, y te destruirán por completo.