y porque le encantaba maldecir, ¡que caiga sobre él la maldición! Por cuanto no se complacía en bendecir, ¡que se aleje de él la bendición!
Jueces 9:27 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Después de haber salido a los campos y recogido y pisado las uvas, celebraron un festival en el templo de su dios. Mientras comían y bebían, maldijeron a Abimélec. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñedos, y pisaron la uva e hicieron fiesta; y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. Biblia Nueva Traducción Viviente Durante el festival anual de la cosecha en Siquem, celebrado en el templo del dios local, hubo vino en abundancia, y todos comenzaron a maldecir a Abimelec. Biblia Católica (Latinoamericana) Fueron al campo a hacer la vendimia de sus viñas, pisaron las uvas y prepararon una fiesta. Luego entraron en el templo de sus dioses, comieron y tomaron, y maldijeron a Abimelec. La Biblia Textual 3a Edicion Luego salieron al campo y vendimiaron sus viñas, pisaron la uva e hicieron fiestas,° y entrando en el templo de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salieron, pues, éstos a la campiña, vendimiaron sus viñas, pisaron las uvas, organizaron gran fiesta y entraron en el templo de su dios; y mientras comían y bebían, maldecían a Abimélec. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñas y pisaron la uva, e hicieron fiesta; y entrando en el templo de su dios, comieron y bebieron, y maldijeron a Abimelec. |
y porque le encantaba maldecir, ¡que caiga sobre él la maldición! Por cuanto no se complacía en bendecir, ¡que se aleje de él la bendición!
Cuando Moisés se acercó al campamento y vio el becerro y las danzas, ardió en ira y arrojó de sus manos las tablas de la ley, haciéndolas pedazos al pie del monte.
En efecto, al día siguiente los israelitas madrugaron y presentaron holocaustos y sacrificios de comunión. Luego el pueblo se sentó a comer y a beber, y se entregó al desenfreno.
»Tú, Jeremías, profetiza contra ellos todas estas palabras: »“Ruge el Señor desde lo alto; desde su santa morada hace tronar su voz. Ruge violento contra su rebaño; grita como los que pisan la uva, contra todos los habitantes del mundo.
Por el contrario, te has opuesto al Dios del cielo mandando traer de su templo las copas para que bebáis en ellas tú y tus nobles, vuestras esposas y concubinas. Te has deshecho en alabanzas a los dioses de oro, plata, hierro, madera y piedra, dioses que no pueden ver ni oír ni entender; en cambio, no has honrado al Dios en cuyas manos se hallan tu vida y tus acciones.
No me invocan de corazón, sino que se lamentan echados en sus camas. Para obtener grano y vino nuevo se laceran y se ponen en contra de mí.
Pero el hijo de la mujer israelita, al lanzar una maldición, pronunció el nombre del Señor; así que se lo llevaron a Moisés. (El nombre de su madre era Selomit hija de Dibrí, de la tribu de Dan).
Los jefes de los filisteos se reunieron para festejar y ofrecerle un gran sacrificio a Dagón, su dios, diciendo: «Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo».
En cuanto murió Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse ante los ídolos de Baal. Erigieron a Baal Berit como su dios
Aconteció que Gaal hijo de Ébed llegó a Siquén, junto con sus hermanos, y los señores de aquella ciudad confiaron en él.
Y le dieron setenta monedas de plata del templo de Baal Berit, con las cuales Abimélec contrató a unos maleantes sin escrúpulos para que lo siguieran.
Al saber esto, los señores que ocupaban la torre de Siquén entraron en la fortaleza del templo de El Berit.
le dijo: ―¿Soy acaso un perro para que vengas a atacarme con palos? Y, maldiciendo a David en nombre de sus dioses,