y Labán le dijo: «Realmente, tú eres de mi propia sangre». Jacob había estado ya un mes con Labán
Jueces 9:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 «Preguntadles a todos los señores de Siquén: “¿Qué os conviene más: que todos los setenta hijos de Yerubaal os gobiernen, o que os gobierne un solo hombre?” Acordaos de que yo soy de la misma sangre que vosotros». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Yo os ruego que digáis en oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. Biblia Nueva Traducción Viviente «Pregúntenles a los ciudadanos prominentes de Siquem si prefieren ser gobernados por los setenta hijos de Gedeón o por un solo hombre. ¡Y recuerden que soy de la misma sangre que ustedes!». Biblia Católica (Latinoamericana) Hagan esta pregunta a los señores de Siquem: ¿Prefieren ser gobernados por setenta hombres, todos hijos de Jerubaal, o tener un solo patrón? Acuérdense que yo soy de su sangre'. La Biblia Textual 3a Edicion Os ruego que digáis a oídos de todos los señores° de Siquem: ¿Es mejor para vosotros que os gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne un solo varón? Recordad también que yo soy vuestro hueso y vuestra carne. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Decid, por favor, a oídos de todos los principales de Siquén: '¿Qué es mejor para vosotros, que reinen sobre vosotros setenta hombres, hijos todos ellos de Yerubaal, o que reine sobre vosotros uno solo?'. Y tened en cuenta que soy hueso vuestro y carne vuestra'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo os ruego que habléis a oídos de todos los de Siquem: ¿Qué os parece mejor, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres, reinen sobre vosotros; o que reine sobre vosotros un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y carne vuestra. |
y Labán le dijo: «Realmente, tú eres de mi propia sangre». Jacob había estado ya un mes con Labán
Decidle también a Amasá: “¿Acaso no eres de mi propia sangre? Tú serás de por vida el general de mi ejército, en lugar de Joab. ¡Que Dios me castigue sin piedad si no lo cumplo!”»
Todos los israelitas se reunieron con David en Hebrón y le dijeron: «Nosotros somos de tu misma sangre.
Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—,
Pero hoy vosotros os habéis rebelado contra la familia de mi padre; habéis matado a sus setenta hijos sobre una misma piedra, y habéis hecho de Abimélec, hijo de su esclava, el rey de los señores de Siquén solo porque él es vuestro pariente.
Fue a Ofra, a la casa de su padre, y sobre una misma piedra asesinó a sus setenta hermanos, hijos de Yerubaal. Pero Jotán, el hijo menor de Yerubaal, se escondió y logró escaparse.