el vino que alegra el corazón, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida.
Jueces 9:13 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero la vid les respondió: “¿He de renunciar a mi vino, que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?” Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Biblia Nueva Traducción Viviente Pero la vid también se negó diciendo: “¿Dejaría yo de producir el vino que alegra a Dios y a la gente, solo para mecerme por encima de los árboles?”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero la vid les respondió: ¿Tendré que renunciar a mi uva, que tanto alegra a los dioses y a los hombres, para ir a balancearme por encima de los árboles? La Biblia Textual 3a Edicion Y la vid les respondió: ¿Dejaré mi mosto, Que alegra a ’Elohim y a los hombres, Para mecerme por encima de los árboles? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero la vid les respondió: '¿Voy a renunciar a mi mosto, que alegra a los dioses y a los hombres, para ir a mecerme sobre los árboles?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la vid les respondió: ¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, por ir a ser grande sobre los árboles? |
el vino que alegra el corazón, el aceite que hace brillar el rostro, y el pan que sustenta la vida.
Para alegrarse, el pan; para gozar, el vino; para disfrutarlo, el dinero.
Quise luego hacer la prueba de entregarme al vino —si bien mi mente estaba bajo el control de la sabiduría—, y de aferrarme a la necedad, hasta ver qué ventaja le encuentra el hombre a lo que hace bajo el cielo durante los contados días de su vida.
Presentarás también, como libación, dos litros de vino. Será una ofrenda presentada por fuego, de aroma grato al Señor.
A cada cordero que se le ofrezca al Señor como holocausto o sacrificio se le añadirá como libación un litro de vino.
Como libación ofrecerás también un litro y medio de vino. Así será una ofrenda de aroma grato al Señor.
»Por último, todos los árboles le dijeron al espino: “Reina sobre nosotros”.