capturó a un joven de Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le anotó los nombres de los setenta y siete jefes y ancianos de Sucot.
Jueces 8:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Luego Gedeón fue y les dijo a los hombres de Sucot: «Aquí están Zeba y Zalmuna, por causa de quienes se burlaron de mí al decir: “¿Acaso tienes ya en tu poder las manos de Zeba y Zalmuna? ¿Por qué tenemos que darles pan a tus hombres que están agotados?”» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y entrando a los hombres de Sucot, dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me zaheristeis, diciendo: ¿Están ya en tu mano Zeba y Zalmuna, para que demos nosotros pan a tus hombres cansados? Biblia Nueva Traducción Viviente Luego regresó a Sucot y les dijo a los líderes: «Aquí están Zeba y Zalmuna. Cuando pasamos por aquí antes, ustedes se burlaron de mí diciendo: “Primero captura a Zeba y a Zalmuna, y después alimentaremos a tu agotado ejército”». Biblia Católica (Latinoamericana) Gedeón fue a ver a la gente de Sucot y les dijo: 'Aquí están Zebaj y Salmuna por cuya causa ustedes se rieron de mí. Ustedes dijeron: 'Cuando Zebaj y Salmuna caigan en tus manos, daremos pan a tus hombres fatigados'. La Biblia Textual 3a Edicion Y llegando ante los hombres° de Sucot, les dijo: Mirad a Zeba y a Zalmuna, acerca de quienes os mofasteis de mí, diciéndome: ¿Está ya en tu poder la mano de Zeba y de Zalmuna, para que demos pan a tus hombres cansados? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego, cuando llegó adonde estaba la gente de Suot, les dijo: 'Aquí tenéis a Zébaj y a Salmuná, por causa de los cuales os mofasteis de mí, diciéndome: '¿Tienes ya en tu poder a Zébaj y a Salmuná, para que tengamos que dar pan a tus hombres cansados?''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entrando a los de Sucot, dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, sobre los cuales me injuriasteis, diciendo: ¿Está ya la mano de Zeba y de Zalmuna en tu mano, para que demos nosotros pan a tus hombres cansados? |
capturó a un joven de Sucot y lo interrogó. Entonces el joven le anotó los nombres de los setenta y siete jefes y ancianos de Sucot.
Se apoderó de los ancianos de la ciudad, tomó espinos y zarzas del desierto, y castigando con ellos a los hombres de Sucot les enseñó quién era él.
¿Por qué he de compartir mi pan y mi agua, y la carne que he reservado para mis esquiladores, con gente que ni siquiera sé de dónde viene?