Esa noche Dios le habló a Israel en una visión: ―¡Jacob! ¡Jacob! ―Aquí estoy —respondió.
Jueces 7:2 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El Señor le dijo a Gedeón: «Tienes demasiada gente para que yo entregue a Madián en sus manos. A fin de que Israel no vaya a jactarse contra mí y diga que su propia fortaleza lo ha librado, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor le dijo a Gedeón: «Tienes demasiados guerreros contigo. Si dejo que todos ustedes peleen contra los madianitas, los israelitas se jactarán ante mí de que se salvaron con su propia fuerza. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé dijo a Gedeón: 'El pueblo que te acompaña es demasiado. Si entregara a Madián en tus manos, Israel podría vanagloriarse a costa mía. Diría: Yo mismo me he librado. La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo YHVH a Gedeón: El pueblo que tienes contigo es muy numeroso para que Yo entregue a Madián en su mano, no sea que Israel se enaltezca contra mí, y diga: Mi mano me ha salvado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces Yahveh a Gedeón: 'Es demasiada gente la que tienes para que entregue yo en tus manos a los madianitas; no sea que se gloríe Israel a costa mía diciendo: 'Mi propia mano es la que me ha salvado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo dé a los madianitas en su mano; no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado. |
Esa noche Dios le habló a Israel en una visión: ―¡Jacob! ¡Jacob! ―Aquí estoy —respondió.
Allí Asá invocó al Señor su Dios y le dijo: «Señor, solo tú puedes ayudar al débil y al poderoso. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos, y en tu nombre hemos venido contra esta multitud! ¡Tú, Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningún mortal se alce contra ti!»
Porque afirma: «Esto lo hizo el poder de mi mano; lo hizo mi sabiduría, porque soy inteligente. He cambiado las fronteras de los pueblos, he saqueado sus tesoros; como un guerrero poderoso he derribado a sus reyes.
Los ojos del altivo serán humillados y la arrogancia humana será doblegada. ¡En aquel día solo el Señor será exaltado!
La altivez del hombre será abatida, y la arrogancia humana será humillada. En aquel día solo el Señor será exaltado,
Así dice el Señor: «Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza.
A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. Por eso te arrojé por tierra, y delante de los reyes te expuse al ridículo.
«Hijo de hombre, adviértele al rey de Tiro que así dice el Señor omnipotente: »“En la intimidad de tu arrogancia dijiste: ‘Yo soy un dios. Me encuentro en alta mar sentado en un trono de dioses’. ¡Pero tú no eres un dios, aunque te creas que lo eres! ¡Tú eres un simple mortal!
exclamó: «¡Mirad la gran Babilonia que he construido como capital del reino! ¡La he construido con mi gran poder, para mi propia honra!»
Por lo tanto, ofrece sacrificios a sus redes y quema incienso a sus mallas, pues gracias a sus redes su porción es sabrosa y su comida es suculenta.
El Señor salvará primero las viviendas de Judá, para que no sea mayor la gloria de la casa real de David, y la de los habitantes de Jerusalén, que la de Judá.
Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: »“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—.
Sin embargo, no te vayas a creer mejor que las ramas originales. Y, si te jactas de ello, ten en cuenta que no eres tú quien nutre a la raíz, sino que es la raíz la que te nutre a ti.
¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio? ¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe.
Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros.
Pero temí las provocaciones del enemigo; temí que el adversario no entendiera y llegara a pensar: ‘Hemos triunfado; nada de esto lo ha hecho el Señor’ ”.
No se te ocurra pensar: “Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos”.
Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados.
Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».
Así que Jonatán le dijo a su escudero: ―Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos. Espero que el Señor nos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos.