Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio, y eso sin discursos de sabiduría humana, para que la cruz de Cristo no perdiera su eficacia.
Jueces 3:31 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El sucesor de Aod fue Samgar hijo de Anat, quien derrotó a seiscientos filisteos con una vara para arrear bueyes. También él liberó a Israel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después de él fue Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de Aod fue Samgar, hijo de Anat, quien rescató a Israel. En una ocasión mató a seiscientos filisteos con una aguijada para bueyes. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de él surgió Samgar, hijo de Anat. Venció a seiscientos hombres de los filisteos con una picana de bueyes; él también fue un libertador de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Después de éste fue Samgar ben Anat, el cual hirió a seiscientos hombres de los filisteos con una quijada de buey; y él también libró a Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le sucedió Sangar, hijo de Anat, quien derrotó a seiscientos filisteos con una aguijada de bueyes. También él salvó a Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después de este fue Samgar hijo de Anat, el cual hirió seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también libró a Israel. |
Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio, y eso sin discursos de sabiduría humana, para que la cruz de Cristo no perdiera su eficacia.
El Señor respondió: ―Cuando los egipcios, los amorreos, los amonitas, los filisteos,
Cuando los amonitas fueron convocados y acamparon en Galaad, los israelitas se reunieron y acamparon en Mizpa.
él se enfureció contra ellos. Los vendió a los filisteos y a los amonitas,
Al encontrar una quijada de burro que todavía estaba fresca, la agarró y con ella mató a mil hombres.
Entonces el Señor hizo surgir caudillos que los libraron del poder de esos invasores.
Aquel día Moab quedó sometido a Israel, y el país tuvo paz durante ochenta años.
Después de la muerte de Aod, los israelitas volvieron a hacer lo que ofende al Señor.
»En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, los viajeros abandonaron los caminos y se fueron por sendas escabrosas.
Cuando escogieron nuevos dioses, llegó la guerra a las puertas de la ciudad, pero no se veía ni un escudo ni una lanza entre cuarenta mil hombres de Israel.
Pero, como se olvidaron de su Señor y Dios, él los entregó al poder de Sísara, comandante del ejército de Jazor, y al poder de los filisteos y del rey de Moab, y ellos les hicieron la guerra.
Todos los que están aquí reconocerán que el Señor salva sin necesidad de espada ni de lanza. La batalla es del Señor, y él os entregará en nuestras manos.
Así fue como David triunfó sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra, y sin empuñar la espada.
La palabra de Samuel llegó a todo el pueblo de Israel. En aquellos días, los israelitas salieron a enfrentarse con los filisteos y acamparon cerca de Ebenezer. Los filisteos, que habían acampado en Afec,