que dice: «Venceremos con la lengua; en nuestros labios confiamos. ¿Quién puede dominarnos?»
Jueces 21:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Biblia Nueva Traducción Viviente En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese tiempo no había rey en Israel y cada uno hacía lo que se le antojaba. La Biblia Textual 3a Edicion En aquellos días no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que bien le parecía.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquellos días no había rey en Israel, y cada uno hacía lo que bien le parecía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía recto ante sus propios ojos. |
que dice: «Venceremos con la lengua; en nuestros labios confiamos. ¿Quién puede dominarnos?»
Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero ten en cuenta que Dios te juzgará por todo esto.
Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
Pero los que sacrifican toros son como los que matan hombres; los que ofrecen corderos son como los que desnucan perros; los que presentan ofrendas de grano son como los que ofrecen sangre de cerdo, y los que queman ofrendas de incienso son como los que adoran ídolos. Ellos han escogido sus propios caminos, y se deleitan en sus abominaciones.
»Vosotros no haréis allí lo que ahora hacemos aquí, donde cada uno hace lo que mejor le parece,
En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor.
En aquella época no había rey en Israel, y la tribu de Dan andaba buscando un territorio propio donde establecerse, porque hasta ese momento no había recibido la parte que le correspondía de entre las tribus de Israel.
Los cinco hombres se fueron y llegaron a Lais, donde vieron que la gente vivía segura, tranquila y confiada, tal como vivían los sidonios. Gozaban de prosperidad y no les faltaba nada. Además, vivían lejos de los sidonios y no se relacionaban con nadie más.
En la época en que no había rey en Israel, un levita que vivía en una zona remota de la región montañosa de Efraín tomó como concubina a una mujer de Belén de Judá.
Después de eso, los israelitas también se fueron de aquel lugar y regresaron a sus tribus y a sus clanes, cada uno a su propia tierra.