a lo que agregó—: No solo tenemos lugar para vosotros, sino que también tenemos paja y forraje en abundancia para los camellos.
Jueces 19:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también pan y vino para mí y para tu sierva, y para el joven que está conmigo. No nos hace falta nada. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Nosotros tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada. Biblia Nueva Traducción Viviente aunque traemos todo lo que necesitamos. Tenemos paja y forraje para nuestros burros, y bastante pan y vino para nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Tengo sin embargo paja y forraje para nuestros burros, pan y vino para mí, para mi mujer y para mi sirviente. No nos falta nada'. La Biblia Textual 3a Edicion Tenemos paja y forraje para nuestros asnos, así como pan y vino para mí y para tu sierva y para el criado que va con tu siervo. Nada nos hace falta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tenemos paja y forraje para nuestros asnos; y también pan y vino para mí, para tu sierva y para el criado que acompaña a tu siervo; no nos falta de nada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) aunque nosotros tenemos paja y de comer para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada. |
a lo que agregó—: No solo tenemos lugar para vosotros, sino que también tenemos paja y forraje en abundancia para los camellos.
«Ya no le deis paja a la gente para hacer ladrillos. ¡Que vayan ellos mismos a recogerla!
Entonces Pedro los invitó a pasar y los hospedó. Al día siguiente, Pedro se fue con ellos acompañado de algunos creyentes de Jope.
Cuando fue bautizada con su familia, nos hizo la siguiente invitación: «Si vosotros me consideráis creyente en el Señor, venid a hospedaros en mi casa». Y nos persuadió.
Cuando estaban cerca de Jebús, y ya era casi de noche, el criado le dijo a su amo: ―Vamos, desviémonos hacia esta ciudad de los jebuseos y pasemos la noche en ella.
El viajero le respondió: ―Estamos de paso. Venimos de Belén de Judá, y vamos a una zona remota de la región montañosa de Efraín, donde yo vivo. He estado en Belén de Judá, y ahora me dirijo a la casa del Señor, pero nadie me ha ofrecido alojamiento.