Najor también tuvo hijos con Reumá, su concubina. Ellos fueron Tébaj, Gaján, Tajás y Macá.
Jueces 19:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 En la época en que no había rey en Israel, un levita que vivía en una zona remota de la región montañosa de Efraín tomó como concubina a una mujer de Belén de Judá. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un levita que moraba como forastero en la parte más remota del monte de Efraín, el cual había tomado para sí mujer concubina de Belén de Judá. Biblia Nueva Traducción Viviente En esos días, Israel no tenía rey. Hubo un hombre de la tribu de Leví que vivía en un lugar remoto de la zona montañosa de Efraín. Cierto día se llevó a su casa a una mujer de Belén de Judá, para que fuera su concubina. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese tiempo no había rey en Israel. Un levita que vivía en el extremo de la montaña de Efraín tomó como concubina a una mujer de Belén de Judá. La Biblia Textual 3a Edicion En aquellos días en que no había rey en Israel, sucedió también que cierto varón levita que residía en los confines de la serranía de Efraín, tomó como concubina a una mujer de Bet-léhem de Judá. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquel tiempo, cuando aún no había rey en Israel, un levita que residía como forastero en los confines de la montaña de Efraín tomó como concubina a una mujer de Belén de Judá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció en aquellos días, cuando no había rey en Israel, que hubo un levita que moraba como peregrino en los lados del monte de Efraín, el cual había tomado para sí a una concubina de Belén de Judá. |
Najor también tuvo hijos con Reumá, su concubina. Ellos fueron Tébaj, Gaján, Tajás y Macá.
A los hijos de sus concubinas les hizo regalos y, mientras él todavía estaba con vida, los separó de su hijo Isaac, enviándolos a las regiones orientales.
Así murió Raquel, y la sepultaron en el camino que va hacia Efrata, que es Belén.
Entonces instalaron una tienda de campaña en la azotea para que Absalón se acostara con las concubinas de su padre a la vista de todos los israelitas.
Entonces Joab fue adonde estaba el rey y le dijo: «Hoy has llenado de vergüenza a todos tus siervos que te salvaron la vida, y la de tus hijos e hijas y esposas y concubinas.
Cuando el rey David llegó a su palacio en Jerusalén, sacó a las diez concubinas que había dejado a cargo del palacio y las puso bajo vigilancia. Siguió manteniéndolas, pero no volvió a acostarse con ellas. Hasta el día de su muerte, quedaron encerradas y viviendo como si fueran viudas.
aunque Isboset le echó en cara a Abner el haberse acostado con Rizpa hija de Ayá, que había sido concubina de Saúl.
Cuando David se trasladó de Hebrón a Jerusalén, tomó más concubinas y esposas, con las cuales tuvo otros hijos y otras hijas.
Tuvo setecientas esposas que eran princesas, y trescientas concubinas; todas estas mujeres hicieron que se pervirtiera su corazón.
Roboán amó a Macá hija de Absalón más que a sus otras esposas y concubinas. En total, tuvo dieciocho esposas y sesenta concubinas, y fue padre de veintiocho hijos y de sesenta hijas.
Iba al palacio por la noche, y a la mañana siguiente volvía a un segundo harén bajo el cuidado de Sasgaz, el eunuco encargado de las concubinas del rey. Y no volvía a presentarse ante el rey, a no ser que él la deseara y la mandara llamar.
¿Acaso no hizo el Señor un solo ser, que es cuerpo y espíritu? Y ¿por qué es uno solo? Porque busca descendencia dada por Dios. Así que cuidaos en vuestro propio espíritu, y no traicionéis a la esposa de vuestra juventud.
»“Pero tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi pueblo Israel”».
Fue sepultado en la parcela que se le había dado como herencia, en el lugar conocido como Timnat Sera, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas.
Finalmente, Eleazar hijo de Aarón murió y fue sepultado en Guibeá, propiedad de su hijo Finés, en la región montañosa de Efraín.
En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor.
Un joven levita de Belén de Judá, que era forastero y de la tribu de Judá,
salió de aquella ciudad en busca de algún otro lugar donde vivir. En el curso de su viaje llegó a la casa de Micaías en la región montañosa de Efraín.
En aquella época no había rey en Israel, y la tribu de Dan andaba buscando un territorio propio donde establecerse, porque hasta ese momento no había recibido la parte que le correspondía de entre las tribus de Israel.
Desde allí cruzaron hasta la región montañosa de Efraín, y llegaron a la casa de Micaías.
Aquella noche volvía de trabajar en el campo un anciano de la región montañosa de Efraín, que vivía en Guibeá como forastero, pues los hombres del lugar eran benjaminitas.
Pero ella le fue infiel y lo dejó, volviéndose a la casa de su padre, en Belén de Judá. Había estado allí cuatro meses
En aquella época no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía mejor.
Cuando llegó allí, tocó la trompeta en la región montañosa de Efraín, y los israelitas descendieron de la montaña, con él a la cabeza.