No es correcto mostrarse parcial con nadie. Hay quienes pecan hasta por un mendrugo de pan.
Jueces 18:4 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El joven les contó lo que Micaías había hecho por él, y dijo: ―Me ha contratado, y soy su sacerdote. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él les respondió: De esta y de esta manera ha hecho conmigo Micaía, y me ha tomado para que sea su sacerdote. Biblia Nueva Traducción Viviente Él les contó de su acuerdo con Micaía, quien lo había contratado como su sacerdote personal. Biblia Católica (Latinoamericana) Les respondió: 'Micá hizo esto y eso por mí, me paga y yo le sirvo como sacerdote'. La Biblia Textual 3a Edicion Y él les respondió: Esto y aquello ha tratado Micah conmigo, y me ha tomado a sueldo para que sea su sacerdote. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él les respondió: 'Esto y lo otro ha hecho Micá por mí: me ha tomado a sueldo para que sea su sacerdote'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él les respondió: De esta y de esta manera ha hecho conmigo Micaía, y me ha tomado para que sea su sacerdote. |
No es correcto mostrarse parcial con nadie. Hay quienes pecan hasta por un mendrugo de pan.
Son perros de voraz apetito; nunca parecen saciarse. Son pastores sin discernimiento; cada uno anda por su propio camino. Todos, sin excepción, procuran su propia ganancia.
Vosotras me habéis profanado delante de mi pueblo por un puñado de cebada y unas migajas de pan. Por las mentiras que decís, y que mi pueblo cree, se mata a los que no deberían morir y se deja con vida a los que no merecen vivir.
¡Cómo quisiera que alguno de vosotros clausurara el templo, para que no encendierais en vano el fuego de mi altar! No estoy nada contento con vosotros —dice el Señor Todopoderoso—, y no voy a aceptar ni una sola ofrenda de vuestras manos.
no debe ser borracho ni pendenciero, ni amigo del dinero, sino amable y apacible.
A esos hay que taparles la boca, ya que están arruinando familias enteras al enseñar lo que no se debe; y lo hacen para obtener ganancias mal habidas.
Llevados por la avaricia, estos maestros os explotarán a vosotros con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha.
―Vive conmigo —le propuso Micaías—, y sé mi padre y sacerdote; yo te daré diez monedas de plata al año, además de ropa y comida.
Luego Micaías invistió al levita, y así el joven se convirtió en su sacerdote y vivió en su casa.
Cuando estaban cerca de la casa de Micaías, reconocieron la voz del joven levita; así que entraron allí y le preguntaron: ―¿Quién te trajo aquí? ¿Qué haces en este lugar? ¿Qué buscas aquí?
Le dijeron: ―Te rogamos que consultes a Dios para que sepamos si vamos a tener éxito en nuestro viaje.