»La sanguijuela tiene dos hijas que solo dicen: “Dame, dame”. »Tres cosas hay que nunca se sacian, y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”:
Jueces 18:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El sacerdote se alegró. Tomó el efod, los dioses domésticos y la imagen tallada, y se fue con esa gente. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se alegró el corazón del sacerdote, el cual tomó el efod y los terafines y la imagen, y se fue en medio del pueblo. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el joven sacerdote estuvo más que dispuesto a ir con ellos, y se llevó consigo el efod sagrado, los ídolos de familia y la imagen tallada. Biblia Católica (Latinoamericana) El sacerdote se sintió muy feliz. Tomó el efod, los terafim, el ídolo y la estatua de bronce y se fue con todos esos hombres. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el corazón del sacerdote se alegró y tomó el éfod y los terafines y la imagen esculpida, y se fue en medio de aquella gente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se alegró el corazón del sacerdote, tomó el efod, los terafim y la estatua y se fue con ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se alegró el corazón del sacerdote; el cual tomando el efod y el terafim, y la imagen, se vino entre la gente. |
»La sanguijuela tiene dos hijas que solo dicen: “Dame, dame”. »Tres cosas hay que nunca se sacian, y una cuarta que nunca dice “¡Basta!”:
Son perros de voraz apetito; nunca parecen saciarse. Son pastores sin discernimiento; cada uno anda por su propio camino. Todos, sin excepción, procuran su propia ganancia.
Vosotras me habéis profanado delante de mi pueblo por un puñado de cebada y unas migajas de pan. Por las mentiras que decís, y que mi pueblo cree, se mata a los que no deberían morir y se deja con vida a los que no merecen vivir.
El rey de Babilonia se ha colocado en la bifurcación del camino y consulta los augurios: sacude las saetas, consulta los ídolos domésticos y examina el hígado de un animal.
Por tanto, se resecará la tierra, y desfallecerán todos sus habitantes. ¡Morirán las bestias del campo, las aves del cielo y los peces del mar!
»No os hagáis ídolos, ni levantéis imágenes ni piedras sagradas. No coloquéis en vuestro territorio piedras esculpidas ni os inclinéis ante ellas. Yo soy el Señor vuestro Dios.
Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Solo piensan en lo terrenal.
Llevados por la avaricia, estos maestros os explotarán a vosotros con palabras engañosas. Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha.
―Vive conmigo —le propuso Micaías—, y sé mi padre y sacerdote; yo te daré diez monedas de plata al año, además de ropa y comida.
Ellos le respondieron: ―¡Silencio! No digas ni una sola palabra. Ven con nosotros, y serás nuestro padre y sacerdote. ¿No crees que es mejor ser sacerdote de toda una tribu y de un clan de Israel que de la familia de un solo hombre?
Ellos, poniendo por delante a sus niños, su ganado y sus bienes, se volvieron y partieron.