El Señor Todopoderoso responde: «Yo voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; vendrá el mensajero del pacto, en quien vosotros os complacéis».
Juan 7:14 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Jesús esperó hasta la mitad de la fiesta para subir al templo y comenzar a enseñar. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces, en la mitad del festival, Jesús subió al templo y comenzó a enseñar. Biblia Católica (Latinoamericana) Hacia la mitad de la semana de la fiesta, Jesús subió al Templo y se puso a enseñar. La Biblia Textual 3a Edicion Estando ya la fiesta a la mitad, Jesús subió al templo y allí enseñaba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mediada ya la fiesta, Jesús subió al templo y se puso a enseñar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. |
El Señor Todopoderoso responde: «Yo voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; vendrá el mensajero del pacto, en quien vosotros os complacéis».
»El segundo día prepararás doce novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin defecto.
»El tercer día prepararás once novillos, dos carneros y catorce corderos de un año y sin defecto.
Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas.
Y de inmediato dijo a la turba: ―¿Acaso soy un bandido, para que vengáis con espadas y palos a arrestarme? Todos los días me sentaba a enseñar en el templo, y no me prendisteis.
Todos los días enseñaba en el templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los dirigentes del pueblo procuraban matarlo.
―Yo he hablado abiertamente al mundo —respondió Jesús—. Siempre he enseñado en las sinagogas o en el templo, donde se congregan todos los judíos. En secreto no he dicho nada.
Después de esto Jesús, lo encontró en el templo y le dijo: ―Mira, ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor.
Por eso Jesús, que seguía enseñando en el templo, exclamó: ―¡Con que me conocéis y sabéis de dónde vengo! No he venido por mi propia cuenta, sino que me envió uno que es digno de confianza. Vosotros no lo conocéis,
En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: ―¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!
Al amanecer se presentó de nuevo en el templo. Toda la gente se le acercó, y él se sentó a enseñarles.
Estas palabras las dijo Jesús en el lugar donde se depositaban las ofrendas, mientras enseñaba en el templo. Pero nadie le echó mano, porque aún no había llegado su tiempo.