Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Os aseguro que no terminaréis de recorrer las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.
Juan 7:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Algún tiempo después, Jesús andaba por Galilea. No tenía ningún interés en ir a Judea, porque allí los judíos buscaban la oportunidad para matarlo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. Biblia Nueva Traducción Viviente Después Jesús recorrió la región de Galilea. Quería alejarse de Judea, donde los líderes judíos estaban tramando su muerte; Biblia Católica (Latinoamericana) Después de esto, Jesús iba de un lugar a otro por Galilea; no quería estar en Judea porque los judíos deseaban matarle. La Biblia Textual 3a Edicion Después de estas cosas, Jesús recorría Galilea, porque no quería andar en Judea, pues los judíos lo buscaban para matarlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después de esto, andaba Jesús por Galilea. No quería andar por Judea, porque los judíos trataban de matarlo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle. |
Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. Os aseguro que no terminaréis de recorrer las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre.
Pero, cuando los labradores vieron al hijo, se dijeron unos a otros: “Este es el heredero. Matémoslo, para quedarnos con su herencia”.
Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley lo oyeron y comenzaron a buscar la manera de matarlo, pues le temían, ya que toda la gente se maravillaba de sus enseñanzas.
Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.
Algún tiempo después, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea (o de Tiberíades).
Por eso las autoridades judías lo buscaban durante la fiesta, y decían: «¿Dónde se habrá metido?»
¿No os ha dado Moisés la ley a vosotros? Sin embargo, ninguno de vosotros la cumple. ¿Por qué tratáis entonces de matarme?
Algunos de los que vivían en Jerusalén comentaban: «¿No es este al que quieren matar?
«¿Dónde piensa irse este para que no podamos encontrarlo? —comentaban entre sí los judíos—. ¿Será que piensa ir a nuestra gente dispersa entre las naciones, para enseñar a los griegos?
Yo sé que sois descendientes de Abraham. Sin embargo, procuráis matarme porque no está en vuestros planes aceptar mi palabra.
Vosotros, en cambio, queréis matarme, ¡a mí, que os he expuesto la verdad que he recibido de parte de Dios! Abraham jamás haría tal cosa.
Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.