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Juan 6:52 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Los judíos comenzaron a disputar acaloradamente entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?»

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces la gente comenzó a discutir entre sí sobre lo que él quería decir. «¿Cómo puede este hombre darnos de comer su carne?», se preguntaban.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los judíos discutían entre sí: '¿Cómo puede éste darnos a comer carne?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces los judíos discutían unos con otros, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pusiéronse entonces a discutir los judíos entre sí, diciendo: '¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede Éste darnos a comer su carne?

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Lòt tradiksyon



Juan 6:52
11 Referans Kwoze  

Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.


De nuevo las palabras de Jesús fueron motivo de disensión entre los judíos.


―¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?


Nicodemo replicó: ―¿Cómo es posible que esto suceda?


―Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo; ¿de dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida?


Entonces los judíos comenzaron a murmurar contra él, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo».


Al escucharlo, muchos de sus discípulos exclamaron: «Esta enseñanza es muy difícil; ¿quién puede aceptarla?»


Algunos de los fariseos comentaban: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado». Otros objetaban: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales?» Y había desacuerdo entre ellos.


Cuando oyeron de la resurrección, unos se burlaron; pero otros le dijeron: ―Queremos que usted nos hable en otra ocasión sobre este tema.


El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.