No tendrán hambre ni sed, no los abatirá el sol ni el calor, porque los guiará quien tiene compasión de ellos, y los conducirá junto a manantiales de agua.
Juan 6:35 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca volverá a tener hambre; el que cree en mí no tendrá sed jamás. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús les dijo: ¡Yo soy el pan de la vida; el que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús les contestó: 'Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. |
No tendrán hambre ni sed, no los abatirá el sol ni el calor, porque los guiará quien tiene compasión de ellos, y los conducirá junto a manantiales de agua.
»Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso.
¡Ay de vosotros los que ahora estáis saciados, porque sabréis lo que es pasar hambre! ¡Ay de vosotros los que ahora reís, porque sabréis lo que es derramar lágrimas!
―Señor, dame de esa agua para que no vuelva a tener sed ni siga viniendo aquí a sacarla.
Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo.
Entonces los judíos comenzaron a murmurar contra él, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo».
―Por esto os dije que nadie puede venir a mí, a menos que se lo haya concedido el Padre.
El Espíritu y la novia dicen: «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
Ya no sufrirán hambre ni sed. No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador.