Pero él salió y comenzó a hablar sin reserva, divulgando lo sucedido. Como resultado, Jesús ya no podía entrar en ningún pueblo abiertamente, sino que se quedaba afuera, en lugares solitarios. Aun así, gente de todas partes seguía acudiendo a él.
Juan 5:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 El hombre se fue e informó a los judíos que Jesús era quien lo había sanado. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el hombre fue a ver a los líderes judíos y les dijo que era Jesús quien lo había sanado. Biblia Católica (Latinoamericana) El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. La Biblia Textual 3a Edicion El hombre fue y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. |
Pero él salió y comenzó a hablar sin reserva, divulgando lo sucedido. Como resultado, Jesús ya no podía entrar en ningún pueblo abiertamente, sino que se quedaba afuera, en lugares solitarios. Aun así, gente de todas partes seguía acudiendo a él.
Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.
―Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo?
Por eso los judíos le dijeron al que había sido sanado: ―Hoy es sábado; no te está permitido cargar tu camilla.
Precisamente por esto los judíos perseguían a Jesús, pues hacía tales cosas en sábado.
Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no solo quebrantaba el sábado, sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios.
Por eso los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había recibido la vista. ―Me untó barro en los ojos, me lavé, y ahora veo —respondió.
―Si es pecador, no lo sé —respondió el hombre—. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo.
―¡Ahí está lo sorprendente! —respondió el hombre—: que vosotros no sepáis de dónde salió, y que a mí me haya abierto los ojos.
Ellos replicaron: ―Tú, que naciste sumido en pecado, ¿vas a darnos lecciones? Y lo expulsaron.