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Juan 19:6 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Tan pronto como lo vieron, los jefes de los sacerdotes y los guardias gritaron a voz en grito: ―¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! ―Pues lleváoslo y crucificadlo vosotros —replicó Pilato—. Por mi parte, no lo encuentro culpable de nada.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando lo vieron, los principales sacerdotes y los guardias del templo comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». —Llévenselo ustedes y crucifíquenlo —dijo Pilato—. Yo no lo encuentro culpable.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al verlo, los jefes de los sacerdotes y los guardias del Templo comenzaron a gritar: '¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!' Pilato contestó: 'Tómenlo ustedes y crucifíquenlo, pues yo no encuentro motivo para condenarlo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando pues lo vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, gritaron, diciendo: ¡Crucifica! ¡Crucifica! Les dice Pilato: ¡Tomadlo vosotros y crucificadlo, pues yo no hallo delito en él!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando lo vieron, los pontífices y los guardias comenzaron a gritar: '¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!'. Pilato les contesta: 'Tomadlo vosotros y crucificadlo; porque yo no encuentro delito en él'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando le vieron los príncipes de los sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo falta en Él.

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Lòt tradiksyon



Juan 19:6
15 Referans Kwoze  

Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver en qué terminaba aquello.


―¿Y qué voy a hacer con Jesús, al que llaman Cristo? ―¡Crucifícalo! —respondieron todos.


Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. ―Soy inocente de la sangre de este hombre —dijo—. ¡Allá vosotros!


Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la multitud: ―No encuentro que este hombre sea culpable de nada.


Así que Judas llegó al huerto, a la cabeza de un destacamento de soldados y guardias de los jefes de los sacerdotes y de los fariseos. Llevaban antorchas, lámparas y armas.


―Pues lleváoslo vosotros y juzgadlo según vuestra ley —les dijo Pilato. ―Nosotros no tenemos ninguna autoridad para ejecutar a nadie —objetaron los judíos.


―¿Qué es la verdad? —preguntó Pilato. Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos. ―Yo no encuentro que este sea culpable de nada —declaró—.


―¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícalo! —vociferaron. ―¿Acaso voy a crucificar a vuestro rey? —replicó Pilato. ―No tenemos más rey que el emperador romano —contestaron los jefes de los sacerdotes.


Pilato volvió a salir. ―Aquí lo tenéis —dijo a los judíos—. Lo he sacado para que sepáis que no lo encuentro culpable de nada.


Este fue entregado según el determinado propósito y el previo conocimiento de Dios; y, por medio de gente malvada, vosotros lo matasteis, clavándolo en la cruz.


¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a este lo habéis traicionado y asesinado