Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
Juan 18:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ―Ya os dije que yo soy. Si es a mí a quien buscáis, dejad que estos se vayan. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a estos; Biblia Nueva Traducción Viviente —Ya les dije que Yo Soy —dijo Jesús—. Ya que soy la persona a quien buscan, dejen que los demás se vayan. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les respondió: 'Ya les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos se vayan. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús respondió: Os dije que Yo soy; por tanto, si me buscáis a mí, dejad que éstos se vayan. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús respondió: 'Os he dicho que soy yo. Así que, si me buscáis a mí, dejad que se vayan éstos'; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; pues si me buscáis a mí, dejad ir a estos; |
Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
Pero todo esto ha sucedido para que se cumpla lo que escribieron los profetas. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.
Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.
Estaba cerca la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
―¿Y a dónde vas, Señor? —preguntó Simón Pedro. ―Adonde yo voy, no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde.
Mirad que la hora viene, y ya está aquí, en que seréis dispersados, y cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejaréis solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo.
―¿A quién buscáis? —volvió a preguntarles Jesús. ―A Jesús de Nazaret —repitieron.
Esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho: «De los que me diste ninguno se perdió».
Vosotros no habéis sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podáis aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él os dará también una salida a fin de que podáis resistir.
pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad». Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.
Esposos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella