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Juan 18:36 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

―Mi reino no es de este mundo —contestó Jesús—. Si lo fuera, mis propios siervos pelearían para impedir que los judíos me arrestaran. Pero mi reino no es de este mundo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Jesús contestó: —Mi reino no es un reino terrenal. Si lo fuera, mis seguidores lucharían para impedir que yo sea entregado a los líderes judíos; pero mi reino no es de este mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús contestó: 'Mi realeza no procede de este mundo. Si fuera rey como los de este mundo, mis guardias habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reinado no es de acá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían° para que no fuera entregado a los judíos. Pero ahora mi reino no es de aquí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respondió Jesús: 'Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi escolta habría luchado para que no fuera yo entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero ahora mi reino no es de aquí.

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Lòt tradiksyon



Juan 18:36
14 Referans Kwoze  

»En los días de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos.


y se le dio autoridad, poder y majestad. ¡Todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoraron! ¡Su dominio es un dominio eterno, que no pasará, y su reino jamás será destruido!


¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna.


¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles?


―Hombre —replicó Jesús—, ¿quién me nombró a mí juez o árbitro entre vosotros?


―¿Acaso soy judío? —replicó Pilato—. Han sido tu propio pueblo y los jefes de los sacerdotes los que te entregaron a mí. ¿Qué has hecho?


Pero Jesús, dándose cuenta de que querían llevárselo a la fuerza y declararlo rey, se retiró de nuevo a la montaña él solo.


Vosotros juzgáis según criterios humanos; yo, en cambio, no juzgo a nadie.


porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.


Teniendo a Dios por testigo, el cual da vida a todas las cosas, y a Cristo Jesús, que dio su admirable testimonio delante de Poncio Pilato, te encargo