Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía;
Juan 16:5 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 »Ahora vuelvo al que me envió, pero ninguno de vosotros me pregunta: “¿A dónde vas?” Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora voy a aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ahora me voy donde Aquel que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta adónde voy. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ahora voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta:° ¿A dónde vas? Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Ahora me voy al que me ha enviado y ninguno de vosotros me pregunta; '¿Adónde vas?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? |
Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía;
―¿Y a dónde vas, Señor? —preguntó Simón Pedro. ―Adonde yo voy, no puedes seguirme ahora, pero me seguirás más tarde.
»Ya me habéis oído deciros: “Me voy, pero vuelvo a vosotros”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y vosotros ya no podréis verme;
»Dentro de poco ya no me veréis; pero un poco después volveréis a verme».
Algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué quiere decir con eso de que “dentro de poco ya no me veréis”, y “un poco después volveréis a verme”, y “porque voy al Padre”?»
Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre».
»Ahora vuelvo a ti, pero digo estas cosas mientras todavía estoy en el mundo, para que tengan mi alegría en plenitud.
Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.
―Estaré con vosotros un poco más de tiempo —afirmó Jesús—, y luego volveré al que me envió.
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.