«Me di a conocer a los que no preguntaban por mí; dejé que me hallaran los que no me buscaban. A una nación que no invocaba mi nombre le dije: “¡Aquí estoy!”
Juan 1:43 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Al día siguiente, Jesús decidió salir hacia Galilea. Se encontró con Felipe, y lo llamó: ―Sígueme. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. Biblia Nueva Traducción Viviente Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Ven, sígueme». Biblia Católica (Latinoamericana) Al día siguiente Jesús resolvió partir hacia Galilea. Se encontró con Felipe y le dijo: 'Sígueme. La Biblia Textual 3a Edicion Al día siguiente quiso salir hacia Galilea, y halla a Felipe; y Jesús le dice: Sígueme. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al día siguiente, Jesús determinó salir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: 'Sígueme'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. |
«Me di a conocer a los que no preguntaban por mí; dejé que me hallaran los que no me buscaban. A una nación que no invocaba mi nombre le dije: “¡Aquí estoy!”
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo, hijo de Alfeo, y Tadeo;
―Sígueme —le replicó Jesús—, y deja que los muertos entierren a sus muertos.
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. «Sígueme», le dijo. Mateo se levantó y lo siguió.
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tenéis al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Estos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le pidieron: ―Señor, queremos ver a Jesús.
Esta, la primera de sus señales, la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así reveló su gloria, y sus discípulos creyeron en él.
Cuando Jesús alzó la vista y vio una gran multitud que venía hacia él, dijo a Felipe: ―¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente?
―Ni con el salario de ocho meses podríamos comprar suficiente pan para darle un pedazo a cada uno —respondió Felipe.
No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.