Cuando los de Judá miraron hacia atrás, se dieron cuenta de que los israelitas los atacaban también por la retaguardia. Entonces clamaron al Señor, y los sacerdotes tocaron las trompetas.
Josué 6:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompetas, y Josué le ordenó al ejército: «¡Empezad a gritar! ¡El Señor os ha entregado la ciudad! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad. Biblia Nueva Traducción Viviente En la séptima vuelta, mientras los sacerdotes daban el toque prolongado con los cuernos, Josué les ordenó a los israelitas: «¡Griten, porque el Señor les ha entregado la ciudad! Biblia Católica (Latinoamericana) A la séptima vez, cuando los sacerdotes tocaban la trompeta, Josué dijo al pueblo: '¡Lancen el grito de guerra! ¡Yavé les entrega la ciudad!' La Biblia Textual 3a Edicion Y aconteció a la séptima vez, cuando los sacerdotes hicieron resonar el shofar, que Josué dijo al pueblo: ¡Gritad, porque YHVH os ha dado la ciudad! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al dar la séptima vuelta tocaron los sacerdotes las trompetas y Josué dijo al pueblo: '¡Lanzad el grito de guerra, porque Yahveh os entrega la ciudad! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando los sacerdotes tocaron las trompetas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: ¡Gritad! Porque Jehová os ha entregado la ciudad. |
Cuando los de Judá miraron hacia atrás, se dieron cuenta de que los israelitas los atacaban también por la retaguardia. Entonces clamaron al Señor, y los sacerdotes tocaron las trompetas.
En el momento en que los de Judá lanzaron el grito de guerra, Dios derrotó a Jeroboán y a los israelitas, dándoles la victoria a Abías y Judá.
El séptimo día, a la salida del sol, se levantaron y marcharon alrededor de la ciudad tal como lo habían hecho los días anteriores, solo que en ese día repitieron la marcha siete veces.
Cuando todos escuchéis el toque de guerra, el pueblo deberá gritar a gran voz. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y cada uno entrará sin impedimento».