Una vez más, la ira del Señor se encendió contra Israel, así que el Señor incitó a David contra el pueblo al decirle: «Haz un censo de Israel y de Judá».
Josué 22:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¿Por qué insistís en darle la espalda al Señor? ¡Si hoy os rebeláis contra él, mañana su ira se descargará sobre todo Israel! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 para que vosotros os apartéis hoy de seguir a Jehová? Vosotros os rebeláis hoy contra Jehová, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Y ahora ustedes le dan la espalda al Señor. Si hoy ustedes se rebelan contra el Señor, mañana él se enojará con todos nosotros. Biblia Católica (Latinoamericana) Si hoy día se han rebelado contra Yavé, mañana él se enojará con toda la comunidad de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Y vosotros os apartáis hoy de en pos de YHVH! Y sucederá que por haberos rebelado hoy contra YHVH, mañana Él estará airado contra toda la comunidad de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Y vosotros os apartáis hoy de Yahveh! Esto es lo que va a ocurrir: vosotros os rebeláis hoy contra Yahveh, y mañana se encenderá su ira contra la comunidad toda de Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y vosotros os volvéis hoy de seguir a Jehová? Y será que si hoy os rebeláis contra Jehová, mañana Él se airará contra toda la congregación de Israel. |
Una vez más, la ira del Señor se encendió contra Israel, así que el Señor incitó a David contra el pueblo al decirle: «Haz un censo de Israel y de Judá».
»Pero, si vosotros o vuestros hijos dejáis de cumplir los mandamientos y decretos que os he dado, y os apartáis de mí para servir y adorar a otros dioses,
Cuando él arrancó de la familia de David a los israelitas, estos hicieron rey a Jeroboán hijo de Nabat. Jeroboán, por su parte, los alejó del camino del Señor y los hizo cometer un gran pecado.
Satanás conspiró contra Israel e indujo a David a hacer un censo del pueblo.
Por lo tanto, el Señor mandó contra Israel una peste, y murieron setenta mil israelitas.
Desde el momento en que Amasías abandonó al Señor, se tramó una conspiración contra él en Jerusalén. Entonces Amasías huyó a Laquis, pero lo persiguieron y allí lo mataron.
Josías suprimió todas las costumbres detestables que había en todo el territorio de los israelitas, e hizo que todos los que se hallaban en Israel adoraran al Señor su Dios. Mientras Josías vivió, no abandonaron al Señor, Dios de sus antepasados.
Luego Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: «No andéis vosotros con el pelo despeinado, ni os rasguéis los vestidos. Así no moriréis vosotros ni se irritará el Señor contra toda la comunidad. Vuestros hermanos israelitas harán duelo por el incendio que produjo el Señor,
Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra, y exclamaron: ―Señor, Dios de toda la humanidad: un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos?
Si os negáis a seguir al Señor, él volverá a dejar en el desierto a todo este pueblo, y vosotros seréis la causa de su destrucción».
porque ellas los apartarán del Señor y los harán servir a otros dioses. Entonces la ira del Señor se encenderá contra ti y te destruirá de inmediato.
―Toda la asamblea del Señor quisiera saber por qué os habéis rebelado contra el Dios de Israel como lo habéis hecho. ¿Por qué le habéis dado la espalda al Señor y os habéis rebelado contra él, construyéndoos un altar?
¿No es verdad que cuando Acán hijo de Zera pecó al hurtar de lo que estaba destinado a la destrucción, la ira de Dios se descargó sobre toda la comunidad de Israel? Recordad que Acán no fue el único que murió por su pecado.
Sin embargo, los israelitas desobedecieron al Señor, conservando lo que él había decidido que fuera destinado a la destrucción, pues Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera, guardó para sí parte del botín que Dios había destinado al exterminio. Este hombre de la tribu de Judá provocó la ira del Señor contra los israelitas.
Los israelitas han pecado y violado la alianza que concerté con ellos. Se han apropiado del botín de guerra que debía ser destruido y lo han escondido entre sus posesiones.
Vi en el botín un hermoso manto de Babilonia, doscientas monedas de plata y una barra de oro de medio kilo. Me deslumbraron y me apropié de ellos. Entonces los escondí en un hoyo que cavé en medio de mi tienda. La plata está también allí, debajo de todo.
Si vosotros y el rey que os gobierne teméis al Señor vuestro Dios, y le servís y le obedecéis, acatando sus mandatos y manteniéndoos fieles a él, ¡magnífico!
―No temáis —replicó Samuel—. Aunque vosotros habéis cometido una gran maldad, no os apartéis del Señor; más bien, servidle de todo corazón.