Ahora convoca de todas partes al pueblo de Israel, para que se reúna conmigo en el monte Carmelo con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de la diosa Aserá que se sientan a la mesa de Jezabel.
Josué 19:26 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Alamélec, Amad y Miseal. La frontera tocaba, por el oeste, el monte Carmelo y Sijor Libnat. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Alamelec, Amad y Miseal; y llega hasta Carmelo al occidente, y a Sihorlibnat. Biblia Nueva Traducción Viviente Alamelec, Amad y Miseal. El límite occidental tocaba Carmelo y Sihor-libnat, Biblia Católica (Latinoamericana) Alamelec, Amead y Miseal. Al oeste tocaba el Carmelo y el lecho del Libnat. La Biblia Textual 3a Edicion Alamelec, Amad y Miseal, y llegaba hasta el occidente del Carmelo y a Sijorlibnat. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Alamélec, Amad, Misal; tocaba luego por el oeste el Carmelo y el río Libnat; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Alamelec, Amead y Miseal; y llegaba hasta el Carmelo al occidente, y a Sihor-libnat; |
Ahora convoca de todas partes al pueblo de Israel, para que se reúna conmigo en el monte Carmelo con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de la diosa Aserá que se sientan a la mesa de Jezabel.
Acab convocó en el monte Carmelo a todos los israelitas y a los profetas.
Acab se fue a comer y beber, pero Elías subió a la cumbre del Carmelo, se inclinó hasta el suelo y puso el rostro entre las rodillas.
Tu cabeza se yergue como la cumbre del Carmelo. Hilos de púrpura son tus cabellos; ¡con tus rizos has cautivado al rey!
La tierra está de luto y languidece; el Líbano se avergüenza y se marchita; Sarón es como un desierto; Basán y el Carmelo pierden su follaje.
Florecerá y se regocijará: ¡gritará de alegría! Se le dará la gloria del Líbano, y el esplendor del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
Has enviado a tus siervos a insultar al Señor, diciendo: ‘Con mis numerosos carros de combate escalé las cumbres de las montañas, ¡las laderas del Líbano! Talé sus cedros más altos, sus cipreses más selectos. Alcancé sus cumbres más lejanas, y sus bosques más frondosos.
»¡Vivo yo! —declara el Rey, cuyo nombre es el Señor Todopoderoso—: Como el Tabor, que sobresale de entre los montes, y como el Carmelo, que se erige sobre el mar, así será el enemigo que viene.
De allí giraba al este en dirección a Bet Dagón y llegaba a Zabulón, en el valle de Jeftel. Luego se dirigía al norte rumbo a Bet Émec y Neyel, bordeando, a la izquierda, Cabul.
Por la mañana, muy temprano, se levantó y fue a encontrarse con Saúl, pero le dijeron: «Saúl se fue a Carmel, y allí se erigió un monumento. Luego dio una vuelta y continuó hacia Guilgal».