Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riquezas.
Josué 18:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Así que Josué los desafió: «¿Hasta cuándo vais a esperar para tomar posesión del territorio que os otorgó el Señor, Dios de vuestros antepasados? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres? Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Josué les preguntó: «¿Cuánto tiempo más van a esperar para tomar posesión del resto de la tierra que el Señor, Dios de sus antepasados, les ha dado? Biblia Católica (Latinoamericana) Josué dijo entonces a los israelitas: '¿Cuánto tiempo van a esperar todavía para conquistar el territorio que Yavé, el Dios de sus padres, les dio?' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuando os mostraréis negligentes para entrar a poseer la tierra que os ha dado YHVH, el Dios de vuestros padres? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo, pues, Josué a los israelitas: '¿Hasta cuando vais a mostraros remisos en ir a ocupar la tierra que Yahveh, Dios de vuestros padres, os ha dado? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová, el Dios de vuestros padres? |
Las manos ociosas conducen a la pobreza; las manos hábiles atraen riquezas.
El perezoso ambiciona, y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.
El camino del perezoso está plagado de espinas, pero la senda del justo es como una calzada.
Y todo lo que esté en tu mano hacer, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.
Alrededor de las cinco de la tarde, salió y encontró a otros más que estaban sin trabajo. Les preguntó: “¿Por qué habéis estado aquí desocupados todo el día?”
Trabajad, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual os dará el Hijo del hombre. Sobre este ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.
»Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados.
Cuando Josué era ya bastante anciano, el Señor le dijo: «Ya eres muy viejo, y todavía queda mucho territorio por conquistar.
Para entonces, todavía quedaban siete tribus que no habían recibido como herencia sus respectivos territorios.
Nombrad a tres hombres de cada tribu para que yo los envíe a reconocer las tierras, y que hagan por escrito una reseña de cada territorio. A su regreso,
Ellos respondieron: ―¡Subamos, ataquémoslos! Hemos visto que la tierra es excelente. ¿Qué pasa? ¿Os vais a quedar ahí, sin hacer nada? No dudéis un solo instante en marchar allí y apoderaros de ella.