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Josué 11:20 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

porque el Señor endureció el corazón de los enemigos para que entablaran guerra con Israel. Así serían exterminados sin compasión alguna, según el mandato que el Señor le había dado a Moisés.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, sino que fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

porque el Señor les endureció el corazón y los hizo pelear contra los israelitas. Así que fueron totalmente destruidos sin compasión, tal como el Señor le había ordenado a Moisés.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Yavé les dio ánimo a todos para que hicieran la guerra a Israel, con el fin de que fueran consagrados en anatema y destruidos sin misericordia como Yavé se lo había ordenado a Moisés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque era de YHVH endurecer el corazón de ellos para que resistieran con guerra a Israel, a fin de dedicarlos al exterminio, sin que hubiera para ellos clemencia y llegaran así a ser desarraigados, tal como YHVH había ordenado a Moisés.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pues fue designio de Yahveh que los corazones de sus moradores se obstinaran en entablar combate con Israel, y así fueran entregados al anatema, sin que hubiera para ellos compasión. Fueron aniquilados, como había ordenado Yahveh a Moisés.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, antes fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés.

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Lòt tradiksyon



Josué 11:20
24 Referans Kwoze  

Absalón y todos los israelitas dijeron: ―El plan de Husay el arquita es mejor que el de Ajitofel. Esto sucedió porque el Señor había determinado hacer fracasar el consejo de Ajitofel, aunque era el más acertado, y de ese modo llevar a Absalón a la ruina.


De modo que el rey no le hizo caso al pueblo. Las cosas tomaron este rumbo por voluntad del Señor, para que se cumpliera lo que ya él le había dicho a Jeroboán hijo de Nabat por medio de Ahías el silonita.


Dios había dispuesto que Ocozías muriera cuando fuera a visitar a Jorán. Tan pronto como Ocozías llegó, salió acompañado de Jorán para encontrarse con Jehú hijo de Nimsi, al que el Señor había escogido para exterminar a la familia de Acab.


El rey interrumpió al profeta y le replicó: ―¿Y quién te ha nombrado consejero del rey? Si no quieres que te maten, ¡no sigas fastidiándome! El profeta se limitó a añadir: ―Solo sé que, por haber hecho esto y por no seguir mi consejo, Dios ha resuelto destruirte.


El Señor le dijo a Moisés: «Ve a hablar con el faraón. En realidad, soy yo quien ha endurecido su corazón y el de sus funcionarios, para realizar entre ellos mis señales milagrosas.


Moisés y Aarón realizaron ante el faraón todas estas maravillas; pero el Señor endureció el corazón del faraón, y este no dejó salir de su país a los israelitas.


Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, para que os persigan. ¡Voy a cubrirme de gloria a costa del faraón y de su ejército, y de sus carros y jinetes!


Yo, por mi parte, endureceré el corazón del faraón para que él os persiga. Voy a cubrirme de gloria, a costa del faraón y de todo su ejército. ¡Y los egipcios sabrán que yo soy el Señor!» Así lo hicieron los israelitas.


El Señor endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, para que saliera en persecución de los israelitas, los cuales marchaban con aire triunfal.


El Señor le había advertido a Moisés: «Cuando vuelvas a Egipto, no dejes de hacer ante el faraón todos los prodigios que te he dado el poder de realizar. Yo, por mi parte, endureceré su corazón para que no deje ir al pueblo.


Pero el Señor endureció el corazón del faraón y, tal como el Señor se lo había advertido a Moisés, no quiso el faraón saber nada de Moisés ni de Aarón.


Pero te he dejado con vida precisamente para mostrarte mi poder, y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra.


El Señor Todopoderoso ha jurado: «Tal como lo he planeado, se cumplirá; tal como lo he decidido, se realizará.


El Señor está enojado con todas las naciones, airado con todos sus ejércitos. Él los ha destruido por completo, los ha entregado a la matanza.


Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla, y endurece a quien él quiere endurecer.


»Pero Sijón, rey de Hesbón, se negó a dejarnos pasar por allí, porque el Señor nuestro Dios había ofuscado su espíritu y endurecido su corazón, para hacerlo súbdito nuestro, como lo es hasta hoy.


Destruye a todos los pueblos que el Señor tu Dios entregue en tus manos. No te apiades de ellos ni sirvas a sus dioses, para que no te sean una trampa mortal.


Sus padres no sabían que esto era de parte del Señor, que buscaba la ocasión de enfrentarse a los filisteos; porque en aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel.


Si alguien peca contra otra persona, Dios le servirá de árbitro; pero, si peca contra el Señor, ¿quién podrá interceder por él?» No obstante, ellos no hicieron caso a la advertencia de su padre, pues la voluntad del Señor era quitarles la vida.