Y dijo Dios: «¡Que haya vegetación sobre la tierra; que esta produzca hierbas que den semilla, y árboles que den su fruto con semilla, todos según su especie!» Y así sucedió.
Jonás 2:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces el Señor dio una orden y el pez vomitó a Jonás en tierra firme. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor ordenó al pez escupir a Jonás sobre la playa. Biblia Católica (Latinoamericana) pero yo en acción de gracias
te ofreceré un sacrificio y cumpliré mis votos:
de Yavé viene la salvación. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces YHVH dio orden al pez, Y éste vomitó a Jonás en tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mas yo, con voz de alabanza, te ofreceré sacrificios; cumpliré el voto que te hice. ¡De Yahveh viene la salvación!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra seca. |
Y dijo Dios: «¡Que haya vegetación sobre la tierra; que esta produzca hierbas que den semilla, y árboles que den su fruto con semilla, todos según su especie!» Y así sucedió.
Y dijo Dios: «¡Que haya luces en el firmamento que separen el día de la noche; que sirvan como señales de las estaciones, de los días y de los años,
Y así sucedió: Dios hizo el firmamento y separó las aguas que están abajo, de las aguas que están arriba.
Y dijo Dios: «¡Que las aguas debajo del cielo se reúnan en un solo lugar, y que aparezca lo seco!» Y así sucedió.
Comerán los pobres y se saciarán; alabarán al Señor quienes lo buscan; ¡que vuestro corazón viva para siempre!
»El Señor me salvará, y en el templo del Señor todos los días de nuestra vida cantaremos con instrumentos de cuerda».
¿Por qué no había nadie cuando vine? ¿Por qué nadie respondió cuando llamé? ¿Tan corta es mi mano que no puede rescatar? ¿Me falta acaso fuerza para liberarlos? Yo seco el mar con una simple reprensión, y convierto los ríos en desierto; por falta de agua, sus peces se pudren y se mueren de sed.
«Pero yo soy el Señor tu Dios desde que estabas en Egipto. No conocerás otro Dios fuera de mí, ni otro Salvador que no sea yo.
Asiria no podrá salvarnos; no montaremos caballos de guerra. Nunca más llamaremos “dios nuestro” a cosas hechas por nuestras manos, pues en ti el huérfano halla compasión».
El Señor, por su parte, dispuso un enorme pez para que se tragara a Jonás, quien pasó tres días y tres noches en su vientre.