Micaías prosiguió: ―Por lo tanto, oye la palabra del Señor: Vi al Señor sentado en su trono con todo el ejército del cielo alrededor de él, a su derecha y a su izquierda.
Job 2:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Llegó el día en que los ángeles debían hacer acto de presencia ante el Señor, y con ellos llegó también Satanás para presentarse ante el Señor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Un día los miembros de la corte celestial llegaron nuevamente para presentarse delante del Señor, y el Acusador, Satanás, vino con ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Otro día en que vinieron los hijos de Dios a presentarse ante Yavé, se presentó también con ellos Satán. La Biblia Textual 3a Edicion Llegado el día en que los hijos de Dios se presentan ante YHVH, vino también con ellos el Acusador a presentarse delante de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Otro día en que los hijos de Dios fueron a presentarse ante Yahveh, entre ellos se presentó también Satán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y otro día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos para presentarse delante de Jehová. |
Micaías prosiguió: ―Por lo tanto, oye la palabra del Señor: Vi al Señor sentado en su trono con todo el ejército del cielo alrededor de él, a su derecha y a su izquierda.
Llegó el día en que los ángeles debían hacer acto de presencia ante el Señor, y con ellos se presentó también Satanás.
―¿Te has puesto a pensar en mi siervo Job? —volvió a preguntarle el Señor—. No hay en la tierra nadie como él; es un hombre recto e intachable, que me honra y vive apartado del mal.
Y el Señor le preguntó: ―¿De dónde vienes? ―Vengo de rondar la tierra, y de recorrerla de un extremo a otro —le respondió Satanás.
mientras cantaban a coro las estrellas matutinas y todos los ángeles gritaban de alegría?
―Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —le contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias.
»Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearos como si fuerais trigo.
¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?