Rómpeles, oh Dios, los dientes; ¡arráncales, Señor, los colmillos a esos leones!
Jeremías 8:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 «¡Mirad! Estoy lanzando contra vosotros serpientes venenosas que os morderán, y contra ellas no hay encantamiento», afirma el Señor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Enviaré estas tropas enemigas entre ustedes como serpientes venenosas a las que no pueden encantar. Los morderán y ustedes morirán. ¡Yo, el Señor, he hablado!». Biblia Católica (Latinoamericana) Voy a mandarles a ustedes serpientes venenosas, contra las que no exista encantamiento; que los morderán sin remedio, dice Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Yo envío contra vosotros serpientes venenosas, Contra las que no valdrá el encantamiento, Y os morderán mortalmente, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues mirad: yo envío contra vosotros serpientes venenosas contra las que no hay conjuro y os morderán -oráculo de Yahveh-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides, contra las cuales no hay encantamiento; y os morderán, dice Jehová. |
Rómpeles, oh Dios, los dientes; ¡arráncales, Señor, los colmillos a esos leones!
Si la serpiente muerde antes de ser encantada, no hay ganancia para el encantador.
Todos vosotros, filisteos, no os alegréis de que se haya roto el bastón que os golpeaba; porque una víbora saldrá de la raíz de la serpiente; su fruto será una serpiente voladora.
Será como cuando alguien huye de un león y se le viene encima un oso, o como cuando al llegar a su casa, apoya la mano en la pared y le muerde una serpiente.
Aunque se oculten en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los atraparé. Aunque de mí se escondan en el fondo del mar, allí ordenaré a la serpiente que los muerda.
Por eso el Señor mandó contra ellos serpientes venenosas, para que les mordieran, y muchos israelitas murieron.
Enviaré a que los consuman el hambre, la pestilencia nauseabunda y la plaga mortal. Lanzaré contra ellos los colmillos de las fieras y el veneno de las víboras que se arrastran por el polvo.
Es que el poder de los caballos radicaba en su boca y en su cola; pues sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas con las que hacían daño.