La convertiré en lugar de erizos, en charco de agua estancada; la barreré con la escoba de la destrucción», afirma el Señor Todopoderoso.
Jeremías 50:39 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 »Por eso las fieras del desierto vivirán allí con las hienas; también los avestruces harán allí su morada. Nunca más volverá a ser habitada; quedará despoblada para siempre. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, allí morarán fieras del desierto y chacales, morarán también en ella polluelos de avestruz; nunca más será poblada ni se habitará por generaciones y generaciones. Biblia Nueva Traducción Viviente »Pronto Babilonia será habitada por hienas y animales del desierto. Será un hogar de búhos. Nunca más vivirá gente allí; quedará desolada para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso, los linces harán allá sus guaridas con los chacales, y los avestruces vivirán allí; nunca más será habitada y quedará despoblada para siempre. La Biblia Textual 3a Edicion Por eso habitarán allí las fieras con los chacales, y morarán en ella los avestruces, y nunca más será poblada ni avecindada por generaciones y generaciones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, gatos salvajes morarán con chacales, y se alojarán en ella avestruces. Nunca jamás volverá a ser habitada ni poblada de generación en generación. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, allí morarán las fieras del desierto junto con las hienas; y los búhos también morarán en ella; y nunca más será poblada ni habitada, por generación y generación. |
La convertiré en lugar de erizos, en charco de agua estancada; la barreré con la escoba de la destrucción», afirma el Señor Todopoderoso.
»Pero, cuando se hayan cumplido los setenta años, yo castigaré por su iniquidad al rey de Babilonia y a aquella nación, país de los caldeos, y los convertiré en desolación perpetua —afirma el Señor—.
Porque la ataca una nación del norte, que dejará desolada a su tierra. Hombres y animales saldrán huyendo, y no habrá nadie que la habite.
No volverán a tomar de ti piedra angular, ni piedra de cimiento, porque para siempre quedarás desolada —afirma el Señor—.
Desoladas han quedado sus ciudades: como un sequedal, como un desierto. Nadie habita allí; nadie pasa por ese lugar.
Gritó a gran voz: «¡Ha caído! ¡Ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios y en guarida de todo espíritu maligno, en nido de toda ave impura y detestable.