Allí los filisteos dejaron abandonados sus ídolos, y David y sus soldados se los llevaron.
Jeremías 43:12 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto; los quemará y los llevará cautivos. Sacudirá a Egipto, como un pastor que se sacude los piojos de la ropa, y luego se irá de allí sin inmutarse. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y pondrá fuego a los templos de los dioses de Egipto y los quemará, y a ellos los llevará cautivos; y limpiará la tierra de Egipto, como el pastor limpia su capa, y saldrá de allá en paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Prenderá fuego a los templos de los dioses egipcios; quemará los templos y se llevará los ídolos como botín. Limpiará la tierra de Egipto como un pastor que limpia su manto de pulgas, pero él saldrá ileso. Biblia Católica (Latinoamericana) Y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, quemará o se llevará sus dioses, despiojará a Egipto como despioja un pastor su manta, y después se irá sin que nadie lo moleste. La Biblia Textual 3a Edicion Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto y los quemará, y a ellos los llevará cautivos; y así como el pastor se sacude la capa, limpiará la tierra de Egipto, y saldrá de allí en paz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto, quemará o se llevará cautivos a sus dioses; y espulgará el país de Egipto como el pastor espulga su vestido. Luego saldrá de allí tranquilamente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y pondré a fuego las casas de los dioses de Egipto; y las quemará, y a ellos llevará cautivos; y él se vestirá la tierra de Egipto, como el pastor se viste su capa, y saldrá de allá en paz. |
Allí los filisteos dejaron abandonados sus ídolos, y David y sus soldados se los llevaron.
La vestidura y el caballo deberán entregarse a uno de los funcionarios más ilustres del rey, para que vista al hombre a quien el rey desea honrar, y que lo pasee a caballo por las calles de la ciudad, proclamando a su paso: “¡Así se trata al hombre a quien el rey desea honrar!”
Revestiré de salvación a sus sacerdotes, y jubilosos cantarán sus fieles.
A sus enemigos los cubriré de vergüenza, pero él lucirá su corona esplendorosa».
»Esa misma noche pasaré por todo Egipto y heriré de muerte a todos los primogénitos, tanto de personas como de animales, y ejecutaré mi sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo soy el Señor.
Profecía contra Egipto: ¡Mirad al Señor! Llega a Egipto montado sobre una nube ligera. Los ídolos de Egipto tiemblan en su presencia; el corazón de los egipcios desfallece en su interior.
¡Ahí viene un hombre en un carro de combate tirado por caballos! Y este es su mensaje: “¡Ha caído, ha caído Babilonia! ¡Todas las imágenes de sus dioses han rodado por el suelo!”»
Bel se inclina, Nebo se somete; sus ídolos son llevados por bestias de carga. Pesadas son las imágenes que por todas partes llevan; son una carga para el agotado.
Todos a la vez se someten y se inclinan; no pudieron librarse de la carga, y ellos mismos van al cautiverio.
Alza tus ojos, y mira a tu alrededor; todos se reúnen y vienen hacia ti. Tan cierto como que yo vivo, —afirma el Señor—, a todos ellos los usarás como adorno, los lucirás en tu vestido de novia.
¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti.
Se pondrá la justicia como coraza, y se cubrirá la cabeza con el casco de la salvación; se vestirá con ropas de venganza, y se envolverá en el manto de sus celos.
Me deleito mucho en el Señor; me regocijo en mi Dios. Porque él me vistió con ropas de salvación y me cubrió con el manto de la justicia. Soy semejante a un novio que luce su diadema, o una novia adornada con sus joyas.
Gente extraña pastoreará vuestros rebaños, y vuestros campos y viñedos serán labrados por un pueblo extranjero.
«Así les dirás: “Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo”».
No valen nada, son obras ridículas; cuando llegue el día de su castigo, serán destruidas.
También se la di a beber al faraón, rey de Egipto, y a sus siervos y jefes y a todo su pueblo;
Destruirá los obeliscos de Bet Semes, y prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto”».
El Señor Todopoderoso, el Dios de Israel, dice: «Voy a castigar a Amón, dios de Tebas, a Egipto, a sus dioses y reyes, al faraón y a los que en él confían.
Por cuanto confías en tus obras y en tus riquezas, también tú serás capturada. Quemós, tu dios, irá al exilio, junto con sus sacerdotes y oficiales.
Prenderé fuego al muro de Damasco, y los palacios de Ben Adad serán consumidos».
«¡Anunciad y proclamad entre las naciones! ¡Proclamadlo, levantad un estandarte! No ocultéis nada, sino decid: “¡Babilonia será conquistada! ¡Bel quedará en vergüenza! ¡Marduc quedará aterrado! ¡Sus imágenes quedan humilladas, y aterrados sus ídolos!”
Voy a castigar al dios Bel en Babilonia; haré que vomite lo que se ha tragado. Ya no acudirán a él las naciones, ni quedará en pie el muro de Babilonia.
Durante cuarenta años quedará completamente deshabitada, y ni hombres ni animales pasarán por allí.
Por eso, así dice el Señor omnipotente: Pondré a Egipto en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quien se apoderará de sus riquezas, saqueará sus despojos y se llevará el botín que servirá de recompensa para su ejército.
»”Así dice el Señor omnipotente: »”Voy a destruir todos los ídolos de Menfis; pondré fin a sus dioses falsos. Haré que cunda el pánico por todo el país, y no habrá más príncipes en Egipto.
Se apoderará de las estatuas de metal de sus dioses, y de sus objetos de oro y plata, y se los llevará a Egipto, dejando tranquilo al rey del norte durante algunos años.
El Señor los aterrará cuando destruya a todos los dioses de la tierra; y así hasta las naciones más remotas se postrarán en adoración ante él, cada cual en su propia tierra.
La noche está muy avanzada y ya se acerca el día. Por eso, dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz.
y poneros el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.
Poneos toda la armadura de Dios para que podáis hacer frente a las artimañas del diablo.
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia,