Uno de sus oficiales, que se llamaba Pécaj hijo de Remalías, conspiró contra él. Apoyado por cincuenta galaaditas, atacó a Pecajías, a Argob y a Arié, en la torre del palacio real en Samaria. Así fue como lo mató y usurpó el trono.
Jeremías 41:7 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Pero no habían llegado al centro de la ciudad cuando Ismael hijo de Netanías y sus secuaces los mataron y los arrojaron en una cisterna. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando llegaron dentro de la ciudad, Ismael hijo de Netanías los degolló, y los echó dentro de una cisterna, él y los hombres que con él estaban. Biblia Nueva Traducción Viviente En cuanto entraron a la ciudad, Ismael y sus hombres los mataron a todos, menos a diez, y echaron sus cuerpos en una cisterna. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero apenas llegaron al centro de la ciudad, Ismael, ayudado por sus hombres, los degolló y los echó al fondo de un estanque. La Biblia Textual 3a Edicion Pero al llegar ellos dentro de la ciudad, Ismael ben Netanías los degolló, y apoyado por sus hombres, los echó dentro de una cisterna. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando llegaron al centro de la ciudad, Ismael, hijo de Netanías, y los hombres que estaban con él los degollaron y los arrojaron al fondo de la cisterna. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue que cuando llegaron al medio de la ciudad, Ismael, hijo de Netanías los degolló, y los echó dentro de un pozo, él y los hombres que con él estaban. |
Uno de sus oficiales, que se llamaba Pécaj hijo de Remalías, conspiró contra él. Apoyado por cincuenta galaaditas, atacó a Pecajías, a Argob y a Arié, en la torre del palacio real en Samaria. Así fue como lo mató y usurpó el trono.
Tú, oh Dios, abatirás a los impíos y los arrojarás en la fosa de la muerte; la gente sanguinaria y mentirosa no llegará ni a la mitad de su vida. Yo, por mi parte, en ti confío.
Pues corren presurosos a hacer lo malo; ¡tienen prisa por derramar sangre!
Pero a ti, el sepulcro te ha vomitado como a un vástago repugnante. Los que murieron a filo de espada, los que bajaron al fondo de la fosa, te han cubierto por completo. ¡Pareces un cadáver pisoteado!
Sus pies corren hacia el mal; se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son perversos; dejan ruina y destrucción en sus caminos.
Los jefes de la ciudad son como lobos que desgarran a su presa; siempre están listos para derramar sangre y para destruir vidas, con tal de lograr ganancias injustas.