«Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán.
Jeremías 36:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Entonces los jefes le dijeron a Baruc: ―Tú y Jeremías, id a esconderos. ¡Que nadie sepa donde estáis! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijeron los príncipes a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y nadie sepa dónde estáis. Biblia Nueva Traducción Viviente —Tanto tú como Jeremías deberían esconderse —le dijeron los funcionarios a Baruc—. ¡No le digan a nadie dónde están! Biblia Católica (Latinoamericana) Los ministros dijeron a Baruc: 'Escóndanse, tú y Jeremías, sin que nadie sepa dónde están. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los príncipes dijeron a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y que nadie sepa dónde estáis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Vete -dijeron los dignatarios a Baruc- y escondeos, tú y Jeremías; que nadie sepa donde estáis'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los príncipes dijeron a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y que nadie sepa dónde estáis. |
«Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán.
Tan cierto como que vive el Señor tu Dios, que no hay nación ni reino adonde mi amo no haya mandado a buscarte. Y a quienes afirmaban que no estabas allí, él los hacía jurar que no te habían encontrado.
Como Jezabel estaba acabando con los profetas del Señor, Abdías había tomado a cien de ellos y los había escondido en dos cuevas, cincuenta en cada una, y les había dado de comer y de beber.
Por eso el Señor se encendió en ira contra Amasías y le envió un profeta con este mensaje: ―¿Por qué sigues a unos dioses que no pudieron librar de tus manos a su propio pueblo?
Cuando los justos triunfan, se hace gran fiesta; cuando los impíos se imponen, todo el mundo se esconde.
Los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: «Este hombre no debe ser condenado a muerte, porque nos ha hablado en el nombre del Señor nuestro Dios».
Por el contrario, mandó a Jeramel, su hijo, a Seraías hijo de Azriel, y a Selemías hijo de Abdel que arrestaran al escriba Baruc y al profeta Jeremías. Pero el Señor los había escondido.
Entonces Amasías le dijo a Amós: ―¡Largo de aquí, vidente! ¡Si quieres ganarte el pan profetizando, vete a la tierra de Judá!
En ese momento se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: ―Sal de aquí y vete a otro lugar, porque Herodes quiere matarte.
Entonces llamaron a los apóstoles y, después de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.