Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Jeremías 35:11 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Pero, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió esta tierra, dijimos: “Vámonos a Jerusalén, para escapar del ejército babilonio y del ejército sirio”. Por eso ahora vivimos en Jerusalén».

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Sucedió, no obstante, que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, y ocultémonos en Jerusalén, de la presencia del ejército de los caldeos y de la presencia del ejército de los de Siria; y en Jerusalén nos quedamos.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, cuando el rey Nabucodonosor de Babilonia atacó este país tuvimos miedo del ejército de Babilonia y del ejército de Aram. Así que decidimos mudarnos a Jerusalén. Por esa razón, estamos aquí».

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Sólo que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió nuestro país, nos dijimos: 'Vamos a Jerusalén para escapar del ejército de los caldeos y del de Siria. Y nos hemos establecido en Jerusalén.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, ocultémonos en Jerusalem del ejército de los caldeos y del ejército de los de Siria. Y nos quedamos en Jerusalem.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Pero cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, invadió el país, dijimos: ¡Venid, entremos en Jerusalén para huir del ejército de los caldeos y del ejército de Aram! Por eso nos hemos establecido en Jerusalén'.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió a la tierra, dijimos: Venid, y entrémonos en Jerusalén, por miedo al ejército de los caldeos y por miedo al ejército de los de Siria; y en Jerusalén nos quedamos.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Jeremías 35:11
8 Referans Kwoze  

yo haré que vengan todos los pueblos del norte, y también mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia. Los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas las naciones vecinas, y los destruiré por completo: ¡los convertiré en objeto de horror, de burla y de eterna desolación! —afirma el Señor—.


Entonces la palabra del Señor vino a Jeremías:


«¿Qué hacemos aquí sentados? ¡Venid, y vayámonos juntos a las ciudades fortificadas para morir allí! El Señor nuestro Dios nos está destruyendo. Nos ha dado a beber agua envenenada, porque hemos pecado contra él.


»Ahora bien, cuando veáis “el horrible sacrilegio” donde no debe estar (el que lee, que lo entienda), entonces los que estén en Judea huyan a las montañas.