Jeremías 31:25 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Daré de beber a los sedientos y saciaré a los que estén agotados». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues le he dado descanso al fatigado y al afligido, alegría». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo daré de beber al alma agotada y saciaré a la que se desmaya. La Biblia Textual 3a Edicion Saciaré al alma cansada, y satisfaceré a toda alma entristecida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Calmaré las gargantas resecas, saciaré las almas hambrientas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque di satisfacción al alma cansada, y sacié toda alma entristecida. |
me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.
Cada uno será como un refugio contra el viento, como un resguardo contra la tormenta; como arroyos de agua en tierra seca, como la sombra de un peñasco en el desierto.
»Los pobres y los necesitados buscan agua, pero no la encuentran; la sed les ha resecado la lengua. Pero yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.
Vendrán y cantarán jubilosos en las alturas de Sión; disfrutarán de las bondades del Señor: el trigo, el vino nuevo y el aceite, las crías de las ovejas y las vacas. Serán como un jardín bien regado, y no volverán a desmayar.
Colmaré de abundancia a los sacerdotes, y saciaré con mis bienes a mi pueblo», afirma el Señor.
Las haré pastar en los mejores pastos, y su aprisco estará en los montes altos de Israel. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo y se alimentarán de los mejores pastos de los montes de Israel.
»Venid a mí todos vosotros que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso.
A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías.
pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.
Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito,