Jeremías 26:22 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Después el rey Joacim envió a Egipto a Elnatán hijo de Acbor, junto con otros hombres, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el rey Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán hijo de Acbor y otros hombres con él, a Egipto; Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el rey Joacim envió a Elnatán, hijo de Acbor, a Egipto junto con algunos otros hombres para que capturaran a Urías. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero el rey Joaquim envió a Egipto a algunos hombres a las órdenes de Elnatán, hijo de Acbor, que sacaron a Urías de Egipto La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey Joacim envió hombres a Egipto: a Elnatán ben Acbor, y ciertos hombres que fueron con él a Egipto; Biblia Serafín de Ausejo 1975 El rey Joaquín envió entonces hombres a Egipto: a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el rey Joacim envió hombres a Egipto, a Elnatán, hijo de Acbor, y a otros hombres con él, a Egipto; |
y dio esta orden a Jilquías el sacerdote, a Ajicán hijo de Safán, a Acbor hijo de Micaías, a Safán el cronista, y a Asaías, su ministro personal:
Así que Jilquías el sacerdote, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el barrio nuevo de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salún, el encargado del vestuario, quien era hijo de Ticvá y nieto de Jarjás.
aun cuando los malvados sigan merodeando, y la maldad sea exaltada en este mundo.
Cuando un gobernante se deja llevar por mentiras, todos sus oficiales se corrompen.
La carta fue enviada por medio de Elasá hijo de Safán, y de Guemarías hijo de Jilquías, a quienes Sedequías, rey de Judá, había enviado al rey Nabucodonosor, rey de Babilonia. La carta decía:
Entonces bajó al palacio del rey, a la sala del cronista, donde estaban reunidos todos los jefes, es decir, el cronista Elisama, Delaías hijo de Semaías, Elnatán hijo de Acbor, Guemarías hijo de Safán, Sedequías hijo de Ananías, y todos los demás jefes.
Esto sucedió a pesar de que Elnatán, Delaías y Guemarías le habían suplicado al rey que no quemara el rollo; pero el rey no les hizo caso.
mandaron sacar a Jeremías del patio de la guardia y se lo confiaron a Guedalías hijo de Ajicán, nieto de Safán, para que lo llevaran de vuelta a su casa. Así Jeremías se quedó a vivir en medio del pueblo.
Setenta jefes israelitas estaban de pie frente a los ídolos, rindiéndoles culto. Entre ellos se encontraba Jazanías hijo de Safán. Cada uno tenía en la mano un incensario, del cual subía una fragante nube de incienso.