»”Por eso voy a enviarle una desgracia a la familia de Jeroboán. De sus descendientes en Israel exterminaré hasta el último varón, esclavo o libre. Barreré la descendencia de Jeroboán como se barre el estiércol, hasta no dejar rastro.
Jeremías 22:19 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Será enterrado como un asno, y lo arrastrarán y lo arrojarán fuera de las puertas de Jerusalén». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén. Biblia Nueva Traducción Viviente Será enterrado como un burro muerto: ¡arrastrado fuera de Jerusalén y arrojado fuera de las puertas! Biblia Católica (Latinoamericana) Será enterrado como un burro, lo arrastrarán y lo tirarán fuera de las puertas de Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Lo enterrarán como un asno: Lo arrastrarán y lo tirarán fuera de las puertas de Jerusalem. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Será sepultado como lo es un asno: se le arrastrará y se le tirará fuera de las puertas de Jerusalén. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén. |
»”Por eso voy a enviarle una desgracia a la familia de Jeroboán. De sus descendientes en Israel exterminaré hasta el último varón, esclavo o libre. Barreré la descendencia de Jeroboán como se barre el estiércol, hasta no dejar rastro.
Joacim tenía veinticinco años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén once años. Su madre era Zebudá hija de Pedaías, oriunda de Rumá.
Pero, cuando fueron a enterrarla, no encontraron más que el cráneo, los pies y las manos.
Por eso Nabucodonosor, rey de Babilonia, marchó contra Joacim y lo llevó a Babilonia sujeto con cadenas de bronce.
Si un hombre tiene cien hijos y vive muchos años, no importa cuánto viva, si no se ha saciado de las cosas buenas ni llega a recibir sepultura, yo digo que un abortivo vale más que él.
»Enviaré contra ellos cuatro clases de calamidades —afirma el Señor—: la espada para matar, los perros para arrastrar, las aves del cielo para devorar y las bestias de la tierra para destruir.
Por eso, así dice el Señor acerca de Joacim, rey de Judá: “Ninguno de sus descendientes ocupará el trono de David; su cadáver será arrojado, y quedará expuesto al calor del día y a las heladas de la noche.
Por tanto, ve a la casa del Señor en el día de ayuno, y lee en voz alta ante el pueblo de Jerusalén las palabras del Señor que te he dictado y que escribiste en el rollo. Léeselas también a toda la gente de Judá que haya venido de sus ciudades.
Quedarán expuestos al sol y a la luna, y a todas las estrellas del cielo, cuerpos celestes a los que ellos amaron, sirvieron, consultaron y adoraron. No se les recogerá ni se les enterrará; ¡como estiércol quedarán sobre la faz de la tierra!
Las naciones y provincias vecinas se dispusieron a atacarlo. Le tendieron trampas, y quedó atrapado en el foso.
Y caerás en campo abierto, porque yo lo he dicho. Y enviaré fuego sobre Magog y sobre los que habitan confiados en las costas. Entonces sabrán que yo soy el Señor. Yo, el Señor omnipotente, lo afirmo.