¡Cuánto sufro por ti, Jonatán, pues te quería como a un hermano! Más preciosa fue para mí tu amistad que el amor de las mujeres.
Jeremías 22:18 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Por eso, así dice el Señor acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: «Nadie lamentará su muerte ni gritará: “¡Ay, mi hermano! ¡Ay, mi hermana!” Nadie lamentará su muerte ni gritará: “¡Ay, señor! ¡Ay, Majestad!” Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío! y ¡Ay, hermana! ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza! Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, esto dice el Señor acerca de Joacim, hijo del rey Josías: «El pueblo no llorará por él, lamentándose entre sí: “¡Ay, mi hermano! ¡Ay, mi hermana!”. Sus súbditos no llorarán por él, lamentando: “¡Ay, nuestro amo ha muerto! ¡Ay, su esplendor se ha ido!”. Biblia Católica (Latinoamericana) Esta es la suerte que, por orden de Yavé, correrá Joaquim, hijo de Josías, rey de Judá. Nadie dirá sollozando por él: '¡Ay de mi hermano, ay de mi hermana!' Nadie dirá sollozando por él: '¡Ay, Señor! ¡Ay, su Majestad!' La Biblia Textual 3a Edicion Por tanto, así dice YHVH acerca de Joacim ben Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay hermano mío!, ¡ay hermana! Ni lo plañirán: ¡Ay señor!, ¡Ay majestad! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por eso, así dice Yahveh acerca de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá: ¡Ay de este hombre! No se lamentarán por él, diciendo: '¡Ay, hermano mío!', o: '¡Ay, hermana mía!'. No se lamentarán por él: '¡Ay, Señor!', o: '¡Ay su majestad!'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por tanto, así dice Jehová, acerca de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay hermano mío! o ¡Ay hermana! ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay señor! o ¡Ay su gloria! |
¡Cuánto sufro por ti, Jonatán, pues te quería como a un hermano! Más preciosa fue para mí tu amistad que el amor de las mujeres.
Luego lo puso en la tumba de su propiedad, e hicieron duelo por él, clamando: «¡Ay, hermano mío!»
Joacim tenía veinticinco años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén once años. Su madre era Zebudá hija de Pedaías, oriunda de Rumá.
El rey sacó del templo del Señor la imagen para el culto a Aserá y la llevó al arroyo de Cedrón, en las afueras de Jerusalén; allí la quemó hasta convertirla en cenizas, las cuales echó en la fosa común.
Los hijos de Josías fueron: Johanán, el primero; Joacim, el segundo; Sedequías, el tercero; y Salún, el cuarto.
Jeremías compuso un lamento por la muerte de Josías; además, hasta este día todos los cantores y las cantoras aluden a Josías en sus cantos fúnebres. Estos cantos, que se han hecho populares en Israel, forman parte de las Lamentaciones.
Joacim tenía veinticinco años cuando ascendió al trono, y reinó en Jerusalén once años, pero hizo lo que ofende al Señor su Dios.
«Morirán de enfermedades horribles. Nadie llorará por ellos ni los sepultará; se quedarán sobre la faz de la tierra, como el estiércol. La espada y el hambre acabarán con ellos, y sus cadáveres servirán de alimento para las aves del cielo y para las bestias de la tierra».
En este país morirán grandes y pequeños; nadie llorará por ellos ni los sepultará; nadie se hará heridas en el cuerpo ni se rapará la cabeza por ellos.
No lloréis por el que está muerto, ni hagáis lamentaciones por él. Llorad más bien por el exiliado, por el que nunca volverá ni verá más la tierra en que nació.
sino que morirá en el lugar donde ha sido desterrado. No volverá a ver más este país.
sino en paz’. También afirma el Señor: ‘Yo te prometo que, así como los reyes de antaño que te precedieron quemaron especias por tus antepasados, así también lo harán en tu funeral, lamentándose por ti y clamando: ¡Ay, señor!’ ”»
Por eso, así dice el Señor acerca de Joacim, rey de Judá: “Ninguno de sus descendientes ocupará el trono de David; su cadáver será arrojado, y quedará expuesto al calor del día y a las heladas de la noche.