Jeremías 2:35 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 te voy a juzgar: por alegar que no has pecado, por insistir en tu inocencia, por afirmar: “¡Dios ya no está enojado conmigo!” Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Soy inocente, de cierto su ira se apartó de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No he pecado. Biblia Nueva Traducción Viviente Aun así dices: “No he hecho nada malo. ¡Seguro que Dios no está enojado conmigo!”; pero ahora te castigaré severamente porque afirmas no haber pecado. Biblia Católica (Latinoamericana) Sin embargo, dices: 'Soy inocente
¿por qué no se aparta de mí la ira de Yavé?'
Pues bien, aquí te voy a rebatir: Sí, tú pecaste. La Biblia Textual 3a Edicion Inocente soy, su ira se ha apartado de mí. He aquí Yo entro en juicio contigo, Porque dijiste: No he pecado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 dices: 'Sí, soy inocente; apártese ya su ira de mí', aquí estoy presentándome a juzgarte por haber dicho: 'No he pecado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dices: Porque soy inocente, de cierto su ira se desviará de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dices: No he pecado. |
Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón.
y hasta me reclaman: “¿Para qué ayunamos, si no lo tienes en cuenta? ¿Para qué nos afligimos, si tú no lo notas?” »Pero el día en que ayunáis, hacéis negocios y explotáis a vuestros obreros.
»Cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, ellos te preguntarán: “¿Por qué ha decretado el Señor contra nosotros esta calamidad tan grande? ¿Cuál es nuestra iniquidad? ¿Qué pecado hemos cometido contra el Señor nuestro Dios?”
»¿Cómo puedes decir: “No me he contaminado, ni me he ido tras los baales”? ¡Considera tu conducta en el valle! ¡Reconoce lo que has hecho! ¡Camella ligera de cascos, que no puedes quedarte quieta!
»¿Por qué litigáis conmigo? Todos vosotros os habéis rebelado contra mí —afirma el Señor—.
Por eso, aún voy a litigar contra vosotros, y también litigaré contra los hijos de vuestros hijos —afirma el Señor—.
El estruendo llega hasta los confines de la tierra, porque el Señor litiga contra las naciones; enjuicia a todos los mortales, y pasa por la espada a los malvados”», afirma el Señor.
Le tenderé mis redes, y caerá en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia, y allí lo someteré a juicio por haberme sido infiel.
En otro tiempo yo tenía vida aparte de la ley; pero, cuando vino el mandamiento, cobró vida el pecado y yo morí.