Manasés descarrió a los habitantes de Judá y de Jerusalén, de modo que se condujeron peor que las naciones que el Señor destruyó al paso de los israelitas.
Jeremías 2:33 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¡Qué mañosa eres para conseguir amantes! ¡Hasta las malas mujeres han aprendido de ti! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Por qué adornas tu camino para hallar amor? Aun a las malvadas enseñaste tus caminos. Biblia Nueva Traducción Viviente »¡Cómo maquinas y tramas para ganarte a tus amantes! ¡Hasta una prostituta veterana podría aprender de ti! Biblia Católica (Latinoamericana) Qué bien andaban tus pies en busca de amor.
Conoces todos los caminos, aun los del crimen. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Qué bien sabes tu camino para buscar amores! Por eso, aun a las malvadas has enseñado tus caminos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Qué bien te las arreglas para buscar amor! Por eso hasta lo peor de los males has dirigido tus pasos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Por qué realzas tu camino para hallar amor? Pues aun a las malvadas enseñaste tus caminos. |
Manasés descarrió a los habitantes de Judá y de Jerusalén, de modo que se condujeron peor que las naciones que el Señor destruyó al paso de los israelitas.
»¿Cómo puedes decir: “No me he contaminado, ni me he ido tras los baales”? ¡Considera tu conducta en el valle! ¡Reconoce lo que has hecho! ¡Camella ligera de cascos, que no puedes quedarte quieta!
¿Acaso una joven se olvida de sus joyas, o una novia de su atavío? ¡Pues hace muchísimo tiempo que mi pueblo se olvidó de mí!
Tienes la ropa manchada de sangre, de sangre de gente pobre e inocente, a los que nunca sorprendiste robando. Por todo esto
¡Con qué ligereza cambias de parecer! Pues también Egipto te defraudará, como te defraudó Asiria.
Yo levanté mi mano para castigarte y reduje tu territorio; te entregué a las ciudades filisteas, que se avergonzaban de tu conducta depravada.
No solo has seguido su conducta, sino que has actuado según sus prácticas repugnantes. En poco tiempo llegaste a ser peor que ellas.
La llamaré a cuentas por los días en que quemaba ofrendas a sus falsos dioses, cuando se adornaba con zarcillos y joyas, y, olvidándose de mí, se iba tras sus amantes —afirma el Señor—.