Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Jeremías 2:17 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

¿No te ha pasado todo esto por haber abandonado al Señor tu Dios, mientras él te guiaba por el camino?

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¿No te acarreó esto el haber dejado a Jehová tu Dios, cuando te conducía por el camino?

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Tú mismo te has buscado esta desgracia al rebelarte contra el Señor tu Dios, ¡aun cuando él te guiaba por el camino!

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

¿Acaso no sucedió esto porque has abandonado a Yavé, tu Dios, que te indicaba el camino?

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

¿No te ha sucedido todo esto por haber abandonado a YHVH tu Dios cuando Él te guiaba por el camino?°

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¿No eres tú la culpable, por haber abandonado a Yahveh, tu Dios, cuando te conducía por el camino?

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¿No te acarreaste esto tú mismo, al haber dejado a Jehová tu Dios, cuando Él te guiaba por el camino?

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Jeremías 2:17
28 Referans Kwoze  

»Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con buena disposición, pues el Señor escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre.


y este salió al encuentro de Asá y le dijo: «Asá, y gente de Judá y de Benjamín, ¡escuchadme! El Señor estará con vosotros, siempre y cuando vosotros estéis con él. Si lo buscáis, él dejará que lo halléis; pero, si lo abandonáis, él os abandonará.


pues dejaron de seguirlo y no tuvieron en cuenta sus caminos.


La experiencia me ha enseñado que los que siembran maldad cosechan desventura.


Los llevó por el camino recto hasta llegar a una ciudad habitable.


Al que guio a su pueblo por el desierto; su gran amor perdura para siempre.


Por medio de Moisés y de Aarón guiaste como un rebaño a tu pueblo.


Para el descarriado, disciplina severa; para el que aborrece la corrección, la muerte.


¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de culpa, generación de malhechores, hijos corruptos! ¡Han abandonado al Señor! ¡Han despreciado al Santo de Israel! ¡Se han vuelto atrás!


Hemos sido rebeldes; hemos negado al Señor. ¡Le hemos vuelto la espalda a nuestro Dios! Fomentamos la opresión y la traición; proferimos las mentiras concebidas en nuestro corazón.


Y, si preguntas: «¿Por qué me pasa esto?», ¡por tus muchos pecados te han arrancado las faldas y te han violado!


Porque ellos me han abandonado. Han profanado este lugar, quemando en él incienso a otros dioses que no conocían ni ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá. Además, han llenado de sangre inocente este lugar.


»Dos son los pecados que ha cometido mi pueblo: Me han abandonado a mí, fuente de agua viva, y han cavado sus propias cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.


Tu maldad te castigará, tu infidelidad te recriminará. Ponte a pensar cuán malo y amargo es abandonar al Señor tu Dios y no sentir temor de mí —afirma el Señor, el Señor Todopoderoso—.


Tu conducta y tus acciones te han causado todo esto. Esta es tu desgracia. ¡Qué amarga es! ¡Cómo te ha calado en el propio corazón!»


a causa de las maldades que cometieron. Ellos provocaron mi enojo al adorar y ofrecer incienso a otros dioses, que ni ellos ni vuestros antepasados conocieron.


Vuestras iniquidades os han quitado estos beneficios; vuestros pecados os han privado de estas bendiciones.


Los traté conforme a sus impurezas y rebeliones, y les volví la espalda.


»Voy a destruirte, Israel, porque estás contra quien te ayuda.


Y todo esto por la transgresión de Jacob, por los pecados del pueblo de Israel. ¿Acaso no representa Samaria la transgresión de Jacob? ¿Y no es acaso en Jerusalén donde están los santuarios paganos de Judá?


»Pero, si os negáis, estaréis pecando contra el Señor. Y podéis estar seguros de que no escaparéis de vuestro pecado.


Lo halló en una tierra desolada, en la rugiente soledad del yermo. Lo protegió y lo cuidó; lo guardó como a la niña de sus ojos;


»Al ver esto, el Señor los rechazó porque sus hijos y sus hijas lo irritaron.