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Jeremías 15:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

»Enviaré contra ellos cuatro clases de calamidades —afirma el Señor—: la espada para matar, los perros para arrastrar, las aves del cielo para devorar y las bestias de la tierra para destruir.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y enviaré sobre ellos cuatro géneros de castigo, dice Jehová: espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra para devorar y destruir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Enviaré contra ellos cuatro clases de destructores —dice el Señor—. Enviaré la espada para matar, los perros para arrastrar, los buitres para devorar y los animales salvajes para acabar con lo que haya quedado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los someteré a cuatro tiranos, dice Yavé: la espada para matarlos, los perros para despedazarlos, las aves de rapiña y las fieras salvajes para devorarlos y aniquilarlos. (

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La Biblia Textual 3a Edicion

Señalaré sobre ellos cuatro linajes de azotes,° dice YHVH: La espada para matar, los perros para despedazar,° y las aves del cielo y las bestias de la tierra para devorar y destruir.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Voy a imponerles cuatro clases de males: -oráculo de Yahveh-: la espada para matar, los perros para despedazar, las aves del cielo para devorar, las fieras de la tierra para aniquilar.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y enviaré sobre ellos cuatro géneros de castigo, dice Jehová: Espada para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra, para devorar y para destruir.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 15:3
21 Referans Kwoze  

para que se empapen los pies en la sangre de sus enemigos; para que, al lamerla, los perros tengan también su parte».


Todos ellos quedarán abandonados a los buitres de las montañas y a los animales salvajes; durante el verano serán el alimento de las aves de rapiña; durante el invierno, de todos los animales salvajes.


Mi heredad es para mí como un ave de muchos colores acosada por las aves de rapiña. ¡Id y reunid a todos los animales salvajes! ¡Traedlos para que la devoren!


Aunque ayunen, no escucharé sus clamores; aunque me ofrezcan holocaustos y ofrendas de cereal, no los aceptaré. En verdad, voy a exterminarlos con la espada, el hambre y la peste».


Y el pueblo al que profetizan será arrojado a las calles de Jerusalén a causa del hambre y de la espada, y no habrá quien los entierre, ni a ellos ni a sus esposas, ni a sus hijos, ni a sus hijas; también les echaré encima su propia maldad”.


«Morirán de enfermedades horribles. Nadie llorará por ellos ni los sepultará; se quedarán sobre la faz de la tierra, como el estiércol. La espada y el hambre acabarán con ellos, y sus cadáveres servirán de alimento para las aves del cielo y para las bestias de la tierra».


Los cadáveres de este pueblo servirán de comida a las aves del cielo y a los animales de la tierra, y no habrá quien los espante.


Me aparta del camino para despedazarme; ¡me deja del todo desvalido!


»Así dice el Señor omnipotente: ¡Peor será cuando mande contra Jerusalén mis cuatro castigos terribles: la guerra, el hambre, las bestias feroces y la peste! Con ellas arrasaré a sus habitantes y a sus animales.


»Por tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Tan cierto como que yo vivo, que los que habitan en las ruinas morirán a filo de espada; a los que andan por el campo abierto los daré como pasto a las fieras, y los que están en las fortalezas y en las cuevas morirán de peste.


entonces yo mismo os castigaré con un terror repentino, con enfermedades y con fiebre que os debilitarán, os harán perder la vista y acabarán con vuestra vida. En vano sembraréis vuestra semilla, porque se la comerán vuestros enemigos.


Lanzaré sobre vosotros fieras salvajes, que os arrebatarán vuestros hijos y destruirán vuestro ganado. De tal manera os diezmarán que vuestros caminos quedarán desiertos.


Dejaré caer sobre vosotros la espada de la venganza prescrita en el pacto. Cuando os retiréis a vuestras ciudades, os enviaré una plaga, y caeréis en poder del enemigo.


Será como cuando alguien huye de un león y se le viene encima un oso, o como cuando al llegar a su casa, apoya la mano en la pared y le muerde una serpiente.


Tu cadáver servirá de alimento a las aves de los cielos y a las bestias de la tierra, y no habrá quien las espante.


Enviaré a que los consuman el hambre, la pestilencia nauseabunda y la plaga mortal. Lanzaré contra ellos los colmillos de las fieras y el veneno de las víboras que se arrastran por el polvo.


Miré, ¡y apareció un caballo amarillento! El jinete se llamaba Muerte, y el Infierno lo seguía de cerca. Y se les otorgó poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar por medio de la espada, el hambre, las epidemias y las fieras de la tierra.