Jeremías 10:15 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 No valen nada, son obras ridículas; cuando llegue el día de su castigo, serán destruidas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vanidad son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán. Biblia Nueva Traducción Viviente Los ídolos son inútiles; ¡son mentiras ridículas! En el día del juicio, todos serán destruidos. Biblia Católica (Latinoamericana) Son tonterías, obras ridículas, que serán juzgadas y desaparecerán. La Biblia Textual 3a Edicion Obras vanas y ridículas,° Que perecerán en el tiempo de su visitación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 son cosa vana, obra ridícula; al tiempo de su castigo perecerán. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vanidad son, obra irrisoria; en el tiempo de su visitación perecerán. |
¡La verdad es que vosotros no sois nada, y aun menos que nada son vuestras obras! ¡Abominable es quien os escoge!
¡Todos ellos son falsos! Sus obras no son nada; sus ídolos no son más que viento y confusión.
«Así les dirás: “Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra desaparecerán de la tierra y de debajo del cielo”».
¿Acaso hay entre los ídolos falsos alguno que pueda hacer llover? Señor y Dios nuestro, ¿acaso no eres tú, y no el cielo mismo, el que manda los aguaceros? Tú has hecho todas estas cosas; por eso esperamos en ti.
Sin embargo, mi pueblo me ha olvidado; quema incienso a ídolos inútiles. Ha tropezado en sus caminos, en los senderos antiguos, para andar por sendas y caminos escabrosos.
Prenderá fuego a los templos de los dioses de Egipto; los quemará y los llevará cautivos. Sacudirá a Egipto, como un pastor que se sacude los piojos de la ropa, y luego se irá de allí sin inmutarse.
«¡Anunciad y proclamad entre las naciones! ¡Proclamadlo, levantad un estandarte! No ocultéis nada, sino decid: “¡Babilonia será conquistada! ¡Bel quedará en vergüenza! ¡Marduc quedará aterrado! ¡Sus imágenes quedan humilladas, y aterrados sus ídolos!”
Son absurdos, objetos de burla; en el tiempo del juicio serán destruidos.
¿Acaso se han avergonzado de la abominación que han cometido? ¡No, no se han avergonzado de nada, y ni siquiera saben lo que es la vergüenza! Por eso, caerán con los que caigan; cuando los castigue, serán derribados —dice el Señor—.
El clamor de mi pueblo se levanta desde todos los rincones del país: «¿Acaso no está el Señor en Sión? ¿No está allí su rey?» «¿Por qué me provocan con sus ídolos, con sus dioses inútiles y extraños?»
Han llegado los días del castigo, han llegado los días de la retribución. ¡Que lo sepa Israel! Es tan grande tu maldad, y tan intensa tu hostilidad, que al profeta se le tiene por necio, y al hombre inspirado, por loco.
»En aquel día arrancaré del país los nombres de los ídolos, y nunca más volverán a ser invocados —afirma el Señor Todopoderoso—. También eliminaré del país a los profetas y la impureza que los inspira.
―Señores, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres mortales como vosotros. Las buenas nuevas que os anunciamos son que dejéis estas cosas sin valor y os volváis al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.
Me provocaron a celos con lo que no es Dios como yo, y me enojaron con sus ídolos inútiles. Pues yo haré que ellos sientan envidia de los que no son pueblo; voy a irritarlos con una nación insensata.
No os alejéis de él por seguir a ídolos inútiles, que no os pueden ayudar ni rescatar, pues no sirven para nada.
Pero, al día siguiente, cuando se levantaron, volvieron a encontrar la estatua tirada en el suelo, boca abajo, frente al arca del Señor. Sobre el umbral estaban su cabeza y sus dos manos, separadas del tronco.