Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le puso la corona y le entregó una copia del pacto. Luego lo ungieron, y todos aplaudieron, gritando: «¡Viva el rey!»
Isaías 8:16 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 Guarda bien el testimonio; sella la ley entre mis discípulos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. Biblia Nueva Traducción Viviente Preserva las enseñanzas de Dios; confía sus instrucciones a quienes me siguen. Biblia Católica (Latinoamericana) Y añadió Yavé: 'Que mis discípulos guarden esta declaración cual revelación sellada. La Biblia Textual 3a Edicion Ata el rollo° del testimonio, Y sella la Ley° entre mis discípulos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Enrollo el testimonio, sello la enseñanza entre mis discípulos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. |
Entonces Joyadá sacó al hijo del rey, le puso la corona y le entregó una copia del pacto. Luego lo ungieron, y todos aplaudieron, gritando: «¡Viva el rey!»
El Señor brinda su amistad a quienes lo honran, y les da a conocer su pacto.
El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos.
yo os digo: «¡Ateneos a la ley y al testimonio!» Para quienes no se atengan a esto, no habrá un amanecer.
»”Tú, Daniel, guarda estas cosas en secreto y sella el libro hasta la hora final, pues muchos andarán de un lado a otro en busca de cualquier conocimiento”.
»”Setenta semanas han sido decretadas para que tu pueblo y tu santa ciudad pongan fin a sus transgresiones y pecados, pidan perdón por su maldad, establezcan para siempre la justicia, sellen la visión y la profecía, y consagren el lugar santísimo.
―A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos; pero a ellos, no.
No les decía nada sin emplear parábolas. Pero, cuando estaba a solas con sus discípulos, les explicaba todo.
El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.
Estos son los mandatos, preceptos y normas que Moisés les dictó después de que salieron de Egipto,
Moisés fue fiel como siervo en toda la casa de Dios, para dar testimonio de lo que Dios diría en el futuro.
Una vez que hablaron los siete truenos, estaba a punto de escribir, pero oí una voz del cielo que me decía: «Guarda en secreto lo que han dicho los siete truenos, y no lo escribas».
Me postré a sus pies para adorarle. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía».
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor le daré del maná escondido, y le daré también una piedrecita blanca en la que está escrito un nombre nuevo que solo conoce el que lo recibe.
En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo escrito por ambos lados y sellado con siete sellos.
Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar, que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos».