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Isaías 64:3 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Hiciste portentos inesperados cuando descendiste; ante tu presencia temblaron las montañas.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Cuando, haciendo cosas terribles cuales nunca esperábamos, descendiste, fluyeron los montes delante de ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando descendiste hace mucho tiempo, hiciste obras temibles, por encima de nuestras mayores expectativas. ¡Y cómo temblaron los montes!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Nunca se escuchó, ningún oído oyó, ni ojo alguno ha visto que un Dios, fuera de ti, hiciera tanto en favor de quienes confían en él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Descendiste, Hiciste portentos que no esperábamos, Ante tu presencia se derritieron las montañas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

que nunca hasta entonces se habían oído! Ningún oído escuchó, ningún ojo vio que un Dios, fuera de ti, obre así con quien espera en él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cuando hiciste cosas terribles, que no esperábamos, descendiste y se deslizaron las montañas ante tu presencia.

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Lòt tradiksyon



Isaías 64:3
16 Referans Kwoze  

¿Y qué nación se puede comparar con tu pueblo Israel? Es la única nación en la tierra que tú has redimido, para hacerla tu propio pueblo y para dar a conocer tu nombre. Hiciste prodigios y maravillas cuando al paso de tu pueblo, al cual redimiste de Egipto, expulsaste a las naciones y a sus dioses.


milagros en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo.


Decidle a Dios: «¡Cuán imponentes son tus obras! Es tan grande tu poder que tus enemigos mismos se rinden ante ti.


¡Venid y ved las proezas de Dios, sus obras portentosas en nuestro favor!


la tierra se estremeció, los cielos se vaciaron, delante de Dios, el Dios de Sinaí, delante de Dios, el Dios de Israel.


al que acaba con el valor de los gobernantes, ¡al que es temido por los reyes de la tierra!


―Mira el pacto que hago contigo —respondió el Señor—. A la vista de todo tu pueblo haré maravillas que ante ninguna nación del mundo han sido realizadas. El pueblo en medio del cual vives verá las imponentes obras que yo, el Señor, haré por ti.


Por eso se enciende la ira del Señor contra su pueblo, levanta la mano contra él y lo golpea; las montañas se estremecen, los cadáveres quedan como basura en medio de las calles. Con todo, no se aplacó su ira, y su brazo aún sigue extendido.


¡Ojalá rasgaras los cielos y descendieras! ¡Las montañas temblarían ante ti,


De Temán viene Dios, del monte de Parán viene el Santo. Selah Su gloria cubre el cielo y su alabanza llena la tierra.


Se detiene, y la tierra se estremece; lanza una mirada, y las naciones tiemblan. Se desmoronan las antiguas montañas y se desploman las viejas colinas, pero los caminos de Dios son eternos.


Él es el motivo de tu alabanza; él es tu Dios, el que hizo en tu favor las grandes y maravillosas hazañas que tú mismo presenciaste.


¿Qué dios ha intentado entrar en una nación y tomarla para sí mediante pruebas, señales, milagros, guerras, actos portentosos y gran despliegue de fuerza y de poder, como hizo por ti el Señor tu Dios en Egipto, ante tus propios ojos?