¡Los muchos consejos te han fatigado! Que se presenten tus astrólogos, los que observan las estrellas, los que hacen predicciones mes a mes, ¡que te salven de lo que viene sobre ti!
Isaías 57:10 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 De tanto andar te cansaste, pero no dijiste: “Hasta aquí llego”. Lograste renovar tus fuerzas; por eso no desmayaste. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En la multitud de tus caminos te cansaste, pero no dijiste: No hay remedio; hallaste nuevo vigor en tu mano, por tanto, no te desalentaste. Biblia Nueva Traducción Viviente Se han cansado en su búsqueda, pero nunca se han dado por vencidos. El deseo les dio nuevas fuerzas, y no se fatigaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Te has cansado de tanto caminar,
pero no dijiste: 'No sigo más',
pues renovabas tus energías,
y no te agotaste. La Biblia Textual 3a Edicion En el largo camino te cansaste, Pero no dijiste: Desistiré; Sino que hallaste en ello el avivamiento de tu fuerza, Y no te desalentaste. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por tu largo viaje te cansaste, pero no dijiste: '¡Es desesperante!'. La vitalidad de tu falo hallaste, por eso no desfalleciste. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En la multitud de tus caminos te cansaste, mas no dijiste: No hay esperanza. Hallaste la vida de tu mano, por tanto, no te desalentaste. |
¡Los muchos consejos te han fatigado! Que se presenten tus astrólogos, los que observan las estrellas, los que hacen predicciones mes a mes, ¡que te salven de lo que viene sobre ti!
Ellos objetarán: “Es inútil. Vamos a seguir nuestros propios planes”, y cada uno cometerá la maldad que le dicte su obstinado corazón».
»No andes con pies descalzos, que te lastimas, ni dejes que la garganta se te reseque. Pero tú insistes: “¡No tengo remedio! Amo a dioses extraños, y tras ellos me iré”.
¡Con qué ligereza cambias de parecer! Pues también Egipto te defraudará, como te defraudó Asiria.
Por eso se demoraron las lluvias, y no llegaron los aguaceros de primavera. Tienes el descaro de una prostituta; ¡no conoces la vergüenza!
Señor, ¿acaso no buscan tus ojos la verdad? Golpeaste a esa gente, y no les dolió, acabaste con ellos, y no quisieron ser corregidos. Endurecieron su rostro más que una roca, y no quisieron arrepentirse.
Se engañan unos a otros; no se hablan con la verdad. Han enseñado a sus lenguas a mentir, y pecan hasta el cansancio.
¿No ha determinado el Señor Todopoderoso que los pueblos trabajen para el fuego y las naciones se fatiguen por nada?
En otro tiempo yo tenía vida aparte de la ley; pero, cuando vino el mandamiento, cobró vida el pecado y yo morí.