Isaías 41:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 «¡Callad en mi presencia, costas lejanas! ¡Naciones, renovad vuestras fuerzas! Acercaos y hablad; reunámonos para juicio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Escuchadme, costas, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio. Biblia Nueva Traducción Viviente «Escuchen en silencio ante mí, tierras más allá del mar. Traigan sus argumentos más convincentes. Vengan ahora y hablen; el tribunal está listo para oír su caso. Biblia Católica (Latinoamericana) Islas, guarden silencio y atiéndanme, y que los pueblos se acerquen a mí.
Adelántense para hablar,
pues tenemos que litigar juntos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Guardad silencio delante de mí, oh tierras lejanas! Renueven sus fuerzas las naciones, y acérquense y hablen, Y juntos vengamos a juicio. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Islas, escuchadme en silencio! Cobren nueva fuerza los pueblos. Que se acerquen, y entonces que hablen, juntos al juicio lleguemos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Guardad silencio ante mí, oh islas, y renueven las fuerzas los pueblos; acérquense, y entonces hablen; vengamos juntos a juicio. |
«Quedaos quietos, reconoced que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!»
»Venid, pongamos las cosas en claro —dice el Señor—. ¿Son vuestros pecados como escarlata? ¡Quedarán blancos como la nieve! ¿Son rojos como la púrpura? ¡Quedarán como la lana!
En aquel día el Señor volverá a extender su mano para recuperar al remanente de su pueblo, a los que hayan quedado en Asiria, en Egipto, Patros y Cus; en Elam, Sinar y Jamat, y en las regiones más remotas.
Naciones, ¡acercaos a escuchar! Pueblos, ¡prestad atención! ¡Que lo oiga la tierra, y todo lo que hay en ella; el mundo, y todo lo que él produce!
pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
Lo han visto las costas lejanas, y temen; tiemblan los confines de la tierra. ¡Ya se acercan, ya vienen!
¡Hazme recordar! Presentémonos a juicio; plantea el argumento de tu inocencia.
Que se reúnan todas las naciones y se congreguen los pueblos. ¿Quién de entre ellos profetizó estas cosas y nos anunció lo ocurrido en el pasado? Que presenten a sus testigos y demuestren tener razón, para que otros oigan y digan: «Es verdad».
»Acercaos a mí, escuchad esto: »Desde el principio, jamás hablé en secreto; cuando las cosas suceden, allí estoy yo». Y ahora el Señor omnipotente me ha enviado con su Espíritu.
Escuchad, costas lejanas, oíd esto, naciones distantes: El Señor me llamó antes de que yo naciera, en el vientre de mi madre pronunció mi nombre.
Cercano está el que me justifica; ¿quién entonces contenderá conmigo? ¡Comparezcamos juntos! ¿Quién es mi acusador? ¡Que se enfrente a mí!
En cambio, el Señor está en su santo templo; ¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!»
¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, que ya avanza desde su santa morada!»