Luego Nehemías añadió: «Ya podéis iros. Comed bien, tomad bebidas dulces y compartid vuestra comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estéis tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza».
Isaías 40:1 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017 ¡Consolad, consolad a mi pueblo! —dice vuestro Dios—. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente «Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice su Dios—. Biblia Católica (Latinoamericana) Consuelen, dice Yavé, tu Dios,
consuelen a mi pueblo. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. |
Luego Nehemías añadió: «Ya podéis iros. Comed bien, tomad bebidas dulces y compartid vuestra comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estéis tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza».
Voy a escuchar lo que Dios el Señor dice: él promete paz a su pueblo y a sus fieles, siempre y cuando no se vuelvan a la necedad.
un tiempo para llorar y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto y un tiempo para saltar de gozo;
En aquel día dirás: «Señor, yo te alabaré aunque te hayas enojado conmigo. Tu ira se ha calmado, y me has dado consuelo.
Yo fui el primero en decirle a Sión: “¡Mira, ya están aquí!” Yo fui quien envió a Jerusalén un mensajero de buenas noticias.
¿Quién de entre vosotros teme al Señor y obedece la voz de su siervo? Aunque camine en la oscuridad, y sin un rayo de luz, que confíe en el nombre del Señor y dependa de su Dios.
«Soy yo mismo el que los consuela. ¿Quién eres tú, que temes a los hombres, a simples mortales, que no son más que hierba?
Sin duda, el Señor consolará a Sión; consolará todas sus ruinas. Convertirá en un Edén su desierto; en huerto del Señor sus tierras secas. En ella encontrarán alegría y regocijo, acción de gracias y música de salmos.
Ruinas de Jerusalén, ¡prorrumpid juntas en canciones de alegría! Porque el Señor ha consolado a su pueblo, ¡ha redimido a Jerusalén!
»¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!
a pregonar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo,
Así calmaré mi ira contra ti y se apaciguarán mis celos; me quedaré tranquilo y sin enojo.
El Señor le respondió con palabras buenas y consoladoras al ángel que hablaba conmigo,
»Proclama además lo siguiente de parte del Señor Todopoderoso: »“Otra vez mis ciudades rebosarán de bienes, otra vez el Señor consolará a Sión, otra vez escogerá a Jerusalén”».
¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna.
quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.